Fue reconocida como departamento según el Reglamento Provisional de Elecciones el 26 de abril de 1822, siendo su ciudad capital la ciudad de Arequipa. Fue fundada por los conquistadores españoles el 15 de agosto de 1540.
PROVINCIAS
Arequipa capital Arequipa
Camaná capital Camaná
Caravelí capital Caravelí
Castilla capital Aplao
Caylloma capital Chivay
Condesuyos capital Chuquibamba
Islay capital Mollendo
La Unión capital Cotahuasi
EDUCACIÓN
· Colegios públicos y privados: 2337.
· Educación inicial: 819.
· Educación primaria: 1096.
· Educación secundaria: 422.
· Universidades:
· Universidad Católica de Santa María (UCSM).
· Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
· Universidad Católica San Pablo (UCSP).
· Universidad Alas Peruanas (UAP).
· Universidad Nacional de San Agustín (UNSA).
· Universidad San Martín de Porres (USMP).
· Universidad La Salle (ULS).
· Universidad Autónoma San Francisco (UASF).
PRINCIPALES ATRACTIVOS TURÍSTICOS
1. Plaza de Armas de Arequipa
La plaza mayor de Arequipa, se ubica en el Centro Histórico, es uno de los principales lugares públicos de la ciudad Blanca, considerado como una de las plazas más hermosas del Peru y de toda américa latina, rodeado de la catedral principal de Arequipa al norte, los tres portales al este, sur y oeste; la iglesia de la compañía al sur-este y en el centro de la plaza mayor presenta una hermosa fuente de bronce de tres platos coronados con la figura de un soldado del siglo XVI.
2. Catedral de la Ciudad de Arequipa
La Catedral principal de Arequipa es considerado como uno de los principales momentos religiosos más importantes del siglo XVII, la construcción de este monumento es con la piedra del sillar, proveniente de origen volcánico, ocupa todo el lado del norte de la plaza mayor, está presente un estilo neo renacentista con una cierta influencia europeo.
3. Iglesia y Complejo de la Compañía
Es una de las numerosas iglesias que se encuentran en la Ciudad Blanca, la Iglesia y Complejo de la Compañía está ubicado entre el portal municipal y el portal de Flores. En la parte interior de la iglesia se observa valiosos tallados de madera y bañados con pan de oro.
La iglesia y complejo de la Compañía fue construido a inicio en el año 1590, bajo la dirección del hermano Felipe y finalizo en el año 1698. El diseño de la iglesia fue realizado por Gaspar Báez en el año 1573; Dentro de esta Iglesia se observa o posee 66 lienzos de la escuela cusqueña, de los artistas como Bernardo Bitti y Diego de la Puente.
4. Barrio San Lázaro
El barrio más representativo de Arequipa y más antiguo el barrio de San Lázaro, sus calles son muy angostos y sus viviendas construidas de piedra de sillar y plazoletas en forma redonda; la decoración, es aún más interesante por masetas con flores de geranios y diversas flores.
El barrio San Lázaro es considerado Patrimonio Cultural de la Humanidad.
5. Monasterio Santa Catalina
También conocido como Convento de Santa Catalina, tiene más de 4 siglos de antigüedad; El Convento de Santa Catalina fue construido en un terreno de 20 mil metros cuadrados; fundado por María de Guzmán con el apoyo del Virrey Francisco Toledo, el lugar fue escogido por su belleza natural, por el acogedor clima y la disposición del material único que es el sillar.
Este Convento fue construido para albergar a las hijas de familias más distinguidas de Arequipa, las mujeres que ingresaron como monjas al Monasterio fueron criollas, mestizas hasta hijas de curacas.
6. Mirador de Yanahuara
Este mirador posee un conjunto de hermosos arcos construidos del material del Sillar y hoy se convirtió en una visita obligatoria para muchos viajeros extranjeros; desde el mirador se puede observar la maravillosa vista de todo Arequipa con una vista panorámica de sus tres volcanes.
Yanahuara está ubicado a 2 kilómetros de ciudad, esta posee callejuelas angostas empedradas y viviendas antiguas construidas del sillar, claro lo más resaltante de todo esto, es la plaza de Yanahuara donde se encuentran los arcos con una vista espectacular de toda la ciudad blanca y sus tres volcanes: Misti, Chachani y Picchu Picchu.
7. Villa de Cayma
Más Conocido como Balcón de Arequipa por que ofrece la impresionante vista de la ciudad del Arequipa, además presenta impresionantes paisajes rodeado por laderas, quebradas y lo mejor de todo rodeado del rio Chili.
Aparte de todo lo que ofrece también se encuentra la antigua iglesia San Miguel Arcángel, entre sus exteriores oculta bellas joyas de la pintura de la escuela cusqueña.
8.- El Volcán MISTI
9. Sabandia
Más conocido como el Puerto sur oriental de Arequipa ofrece fantástica vista a los tres volcanes de Arequipa: Misti, Chachani, Picchu Picchu; además, cuenta con amplias andenerías; también se puede observar viviendas que aún conservan el diseño de característica colonial; También, dentro de ella se conserva un inmenso molino del mismo pobre construido en los años 1785.
1. Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca
El Principal objetivo de esta reserva es conservar los recursos naturales y paisajistas de la zona, Generalmente garantizar la protección el habitad de vicuña, llama, guanaco, alpaca, taruca de la zona.
La reserva Nacional Salinas y Aguas Blancas se encuentra ubicado en la cordillera volcánica en el hogar de varios volcanes como el Misti, Picchu Picchu, Chachani, acune y Ubinas además dentro de la zona se observa montañas, nevados, hermosas lagunas, bofedales entre otros.
11. Cañón de Colca
Uno de los principales destinos turísticos del Perú; además, considerado como uno de los cañones más profundos de todo el mundo; este centro turístico ofrece paisajes espectaculares, restos arqueológicos, pequeños poblados coloniales y lo más interesante e importante el vuelo de cóndores andinos junto a la amanecida con el reflejo del sol bajo el cielo azul.
DANZAS TÍPICAS DE AREQUIPA
· El Wititi del Valle del Colca
· El Carnaval de Arequipa
· Los Turcos de Arequipa
· El Añu Tarpuy
· Los Negrillos de Chivay
L I T E R A T U R A
LEYENDAS
EL HIJO DEL MISTI
(Sitio web de Sociedad y Cultura)
Un día la corteza terrestre vio nacer a un cerro llamado hijo del Misti, por estar muy cerca de su padre. El padre de alegría expulso cenizas, vapor de agua, lava fuego. Al finalizar la cresta de la tierra se vio mortificada, el padre había perdido en ese alborozado momento, la parte cónica de su belleza singular. Con el transcurso de los años, la alarma creció el misticito estaba creciendo en un lugar mal ubicado, donde provocaría que su padre erupcione y además el Chachani pelee con el misticito, su sobrino, para existir y como es normal su hermano el Misti saldría en defensa de su hijo y se produciría un gran enfrentamiento y la pelea se expandiría al Pichu Pichu y otros volcanes.
Los primeros en evitar que este siga creciendo fueron los gentiles que vivían en las laderas del río chili, estos se abrumaron y pensaron que lo mejor sería irse a vivir a otro lugar, pero del firmamento apareció unos objetos brillantes, con muchas luces azuladas, verdosas, estas naves silenciosas bajaron y se posaron muy cerca de los gentiles, de esta salieron unos hombrecitos pequeños del tamaño de los gentiles, ellos hicieron amistad conversaron lo necesario y ambos se despidieron a cumplir cada con su promesa.
Todos los gentiles bajaron de la superficie de la tierra varios kilómetros y así llegaron al centro de la tierra. Ellos pronunciaron palabras mágicas con lo que consiguieron atraer mucho oro en los bolsillos. Al regresar a sus casas empezaron a fabricar con este mineral eslabones abiertos a su extremo, tal como era lo convenido con aquellos, Hombrecillos.
Pasaron varios meses hasta que un atardecer todos los gentiles caminaron en dirección al Misticito y allí se reunieron llevando sus eslabones y más noche ya habían formado una larga cadena de oro, con lo que encadenaron al hijo del Misti con varias vueltas.
Al finalizar esta promesa, las naves silenciosas al ver que los gentiles habían cumplido su promesa empezaron a lanzar desde sus naves un rayo de fuego a la tierra abriendo grietas profundas y así fue como cortaron las raíces del Misticito. Terminando con esta promesa ambos se despidieron y muy satisfechos.
Han pasado miles de años, los gentiles han desaparecido de la faz de la tierra, el Misticito empezó a hacer fuerza queriendo romper la cadena, y por las noches se veía desde lejos que el Misticito botaba leguas de fuego por la cintura y además se escuchaba de él "voy a crecer tan grande como mi Padre".
Un arriero que fue testigo de esto, se dirigió a la ciudad a decir a todos los arequipeños, que el Misticito tiene mucho poder y que todos de la ciudad deben evitar su crecimiento cruzando su cuerpo con fajas de fierro, amarrándolo y así nunca llegue a ser como su padre el Misti.
Fue un padre Sabuesa quien detuvo el crecimiento del pequeño volcán, mandando a construir unos enormes zunchos de fierro y con ellos amarró al Misticito de tal manera que ya no pueda crecer
C U E N T O S
LOS EVENTUALES
(TERCER PUESTO. Cuento ganador del I Concurso Nacional de Cuentos, Poesías y Ensayos pedagógicos organizado por el Colegio de Profesores del Petú 2022)
David Edilberto Cabana Huanqui
Cayma - Arequipa
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–¿Y cómo fue? –preguntó César, con voz confidente. Llevaba las manos metidas en la casaca y las piernas le tiritaban de frío. El invierno se metía por las rendijas de las calaminas y por las ventanas que tapiaron, para la ocasión, con retazos de triplay. Se había aproximado a la casa apenas le informaron de la lamentable noticia.
–Le dieron un balazo –respondió Alfredo, con un timbre de voz casi inaudible.
Era las diez y cuarenta de la noche y el velatorio improvisado en la sala permanecía repleto–. Fue un accidente. Malditas coincidencias de la vida. Se pasó la mañana buscando trabajo, rodando de un lado para otro…
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“Nosotros lo llamamos” espetó el hombre de corbata rosa. Se puso de pie, le extendió la mano y muy sutilmente le señaló la puerta con la mirada. La entrevista había culminado y quería deshacerse del muchacho para continuar con su trabajo.
“Dígame la verdad, señor Céspedes –suplicó Saúl–, ¿tengo alguna chance de conseguir el trabajito?”
El Administrador depositó el saco en el espaldar de la silla y se remangó la camisa. No se decidía entre darle falsas esperanzas o soltarle de una vez la mala noticia.
“Mira muchacho –dijo al fin–, la verdad es que hay gente más capacitada que tú esperando el puesto, pero te puedo recomendar otras opciones…”
Saúl abandonó el vientre del Hotel Royal con pesar, los jugos gástricos treparon hasta la garganta y erupcionaron en su boca. La mañana se había esfumado con la misma celeridad con que se desvaneció su juventud, sin conseguir resultados. A esa hora la calle estaba vacía, los escolares volvían a casa, los comensales saboreaban sus platos de comida. Saúl se pasó el brazo por la frente, sudaba. Por un instante pensó abandonar su cometido, trepar a la combi de costumbre y volver a casa, vencido.
Sin embargo, un alud de pesares cayó sobre su conciencia. ¿Cómo explicaría a Sonia el día echado al olvido? Ella lo esperaba en casa con la ilusión de una vida mejor desbordándole por los ojos. El vientre le crecía a ritmo acelerado, un robusto bebe fruto de su amor-descuido. “Un intento más”, pensó Saúl. Caminó por las calles del cercado, revisaba cada vitrina con la esperanza de hallar un cartelito ofreciendo trabajo.
Caminó por los mercadillos de San Camilo y Siglo XX, más al llegar a la quinta cuadra de la calle Don Bosco, en el edificio que renta un canal de televisión, se topó con un letrero que convocaba a un joven para trabajar esa misma tarde y solo por unas cuantas horas. Ingresó al edificio y preguntó por el anuncio, el hombre de seguridad le indicó que el encargado no tardaba en llegar.
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Sentado en esa banca, ansioso por la demora, regurgitó su vida. Hace apenas unos años su existencia estaba matizada de distintos colores. La época escolar, un sueño imperecedero del que fue echado a patadas, la obligación de crecer, de hacerse hombre, de comenzar a ganar el pan con el sudor de su frente, como exigía Dios. Nunca puso la menor atención a sus maestros, a los adultos, menos a su padre. La vida en aquel entonces consistía en ignorar el futuro, solo valía la pena vivir el presente. Pero hoy, las cosas eran distintas, no podía capear más al rabioso toro de problemas que se le venía encima.
Recordó que hace unos años todo iba bien, regular por lo menos. Su viejo laboraba en el municipio provincial, un discreto guardián de la cochera municipal gracias a favores políticos. Su activa militancia durante la campaña electoral dio por fruto un puestito de trabajo. Saúl recordó la noche que dieron los resultados electorales, el viejo saltó hasta el techo de alegría, sus ojos sudaban esperanza. El Doctor Valencia era el hombre fuerte de la provincia, ganador con un 38%, y eso significaba que por cuatro cortos pero gloriosos años no habría que preocuparse por el pan en la mesa. El trabajo era simple, vigilar durante la noche el estacionamiento y dormir durante el día.
Para Saúl su padre era el ser que roncaba desde el dormitorio como un viejo parlante, su madre despachaba la tienda durante todo el día y él se sentía el ser más solitario del mundo. No había amor, pero había para comer y con eso era suficiente.
Pero la felicidad es una ilusión, una falsa promesa, un privilegio que nunca alcanzaremos. Aquella triste mañana Saúl decidió no entrar a la escuela, falsificó el sello de asistencia y la firma de su padre. El Sapo Peña y el Pato Meneses lo esperaban a dos cuadras del colegio, fueron ellos los que lo incitaron a la aventura. “Unas merecidas vacaciones, causita”. “Nadie se
enterará”. Ni siquiera se detuvo a pensarlo, el colegio era una tortura sin sentido, un reclusorio de inocentes, una jaula que solo servía para rebanarle las alas a la muchedumbre. Su cerebro atrofiado de banalidades no podía concentrarse en los asuntos importantes. Se refugiaron en la casa de la Tía Manuela viendo películas porno y masturbándose como locos, dos botellas de licor barato para amenizar la libertad hurtada.
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Y volviste a casa con la cabeza hecha un laberinto, los ojos incendiados, la resaca de la inexperiencia asomando por tu boca pastosa. A una cuadra de casa acomodaste tus pertenencias, metiste la camisa dentro del pantalón, pasaste la mano húmeda para aplastar la mata de cabellos desordenados.
En adelante solo quedaba fingir, fingir una vez más, tu vida era una farsa en la que preferías no pensar. No pensar te hacía feliz, pensar era el infierno. Respiraste hondo y te concentraste en tu andar, dirigir los pies con rectitud, evitar el balanceo de tu cuerpo, la fuerza de los músculos hechos plastilina.
Llegaste a la puerta y te sorprendió ver a un mar de gente entrando y saliendo de tu humilde morada, los ojos hundidos en tristeza. Nadie te dijo nada. Tu madre tenía los ojos resecos y agotados de tanto llorar. “¿Qué mierda ha pasado?” te preguntaste, alarmado, la garganta desintegrándose por el ácido de la premonición. “¿Dónde has estado, Saúl?” Gritó tu madre al verte y nuevamente rompió en un llanto seco. Apenas le avisaron lo del asalto enrumbó al hospital. Tu viejo, Saúl, agonizaba en una camilla raída, una bala en el vientre abriéndose camino entre el páncreas y el estómago, envenenándolo todo a su paso, para quedarse alojada junto a la columna vertebral. El médico dijo que no había esperanza, si tan solo lo hubieran traído antes, ahora la infección era incontrolable. El viejo alucinaba, se quejaba de dolor, espetaba frases sin sentido y pedía verte, verte. Quería despedirse del retoño rebelde para espetarle algunos consejos y un lacónico pórtate bien, has que me sienta orgulloso de ti, muchacho. Tu madre voló al colegio a buscarte,
pero no te halló, Saúl. Tú te pegabas una soberana borrachera en la casa de la tía Manuela.
Nunca te perdonaste.
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Por la mañana ella dijo “se mueve, se mueve” y posaste tu mano sobre su vientre, creíste sentir algo parecido a unas punzadas ligeras, un pequeño corazón latiendo, unas diminutas manitas. Escuchaste en tu conciencia un “hola papá, por favor no pienses de nuevo en matarme”.
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Llegaste a La Parada arrastrado por el Bacteria, un amigo de barrio en tus mismas condiciones. Él te enseñó los secretos del trabajo. La parada era el punto de reunión, centenares de provincianos se aglomeraban a lo largo de una cuadra sin asfalto en busca de trabajos eventuales: barbechar las chacras, sembrar, cosechar, pastar el ganado, obrajes de construcción y cualquier trabajito que los mantuviese ocupados y les permitiese volver a casa con la esperanza de no castigar al estómago.
“Necesito veinte para cosechar cebollas”. “Quince para mover la tierra”. “Si hay alguno que sepa manejar el arado, mucho mejor”, gritaban los patrones.
La gente se disputaba el trabajo como gallinazos sobre la carroña. Pero ahora que la barriga de Sonia crecía debías buscar algo más estable, comenzar a ahorrar, pensar en tener una casa. Te pasaste la mañana buscando.
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“Vengo por el anunció”, dijo Saúl señalando el cartelito en la puerta. “¿Que sabes hacer?”, dijo el hombre de gafas mariposas. Le sorprendió que lo tuteara. “De todo un poco, señor”, dijo Saúl, intentando ganarse el aprecio del hombre. “Bueno, flaco, el trabajito es sencillo, se trata de… ”
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–¿Accidente? –preguntó César.
-Sí, el pobre estaba desesperado. El trabajo que le ofrecieron consistía en hacerle bromas a la gente, una cámara indiscreta, según me contaron. Se colocó un disfraz de mono, de gorila. Tenía que aparecer de la nada y asustar a algún incauto. El pobre aceptó el ofrecimiento. Todo iba bien hasta que se le ocurrió asustar a una pareja de ancianos. La mujer salió gritando y entró en pánico; el hombre, un policía jubilado, desenfundó su arma y le soltó un tiro.
-Qué mala suerte, compadre.
-Sí, era un trabajo eventual.
LAS TRAVESÍAS DE UNA BOLSA
(Cuento presentado al I Concurso Nacional de Cuentos, Poesías y Ensayos pedagógicos organizado por el Colegio de Profesores del Petú 2022)
Jackeline Karina Sevairos Pérez
Arequipa
Érase una vez una linda bolsita que nació en una fábrica de plásticos, en medio de ruidos producto del funcionamiento de las máquinas; no era un día cualquiera, porque ese día fabricaron a Bolsita.
Bolsita salió junto a sus amigas muy alineadas en un paquete directamente a la tienda de doña Betty. Luego de algunos días Aldahir, un niño que siempre gustaba de ir de compras a la tienda para apoyar a su madre fue a comprar pan, papas y un detergente, pero eran muchas cosas las que tenía que llevar y su mami no le había enviado una bolsa de tela, así que al retirarse recordó que había oído de un grupo ambientalista denominado “Los Guardianes del Planeta Tierra” que usar bolsas dañaba el planeta ya que estas tardaban muchos años en degradarse, así que le dijo a doña Betty ¡no gracias!, ¡sin bolsa por favor! Doña Betty insistió diciendo amablemente: ¡llévala por última vez!; pero Aldahir cogió todos los productos a la vez y pronto cayeron al suelo, así que Doña Betty dijo -no tenemos otra opción. Aldahir se quedó muy triste y es ahí donde se inicia la travesía de Bolsita.
Bolsita había escuchado atentamente todo lo sucedido y no lograba comprender con exactitud la razón por la que Aldahir no quiso llevarla a casa y se preguntaba - ¿Puedo yo causar tanto daño?
Apenas llegó a casa desocupó la bolsa y su mamá decidió guardarla para reusarla, así que Bolsita descansó unos días y volvió a salir para llevar las sandalias de su hermanita Aylin a la playa.
Bolsita debía regresar a casa con las sandalias, pero en un descuido de esos que siempre suele haber, el viento sopló tan fuerte que no pudo parar de volar y volar tan alto que terminó asustada, llorando y sin encontrar consuelo.
Bolsita suplicó al viento ¡por favor ya no soples más!, ¡estoy asustada! – gritó y
lloró desconsoladamente; pero el viento soplaba con más ganas y sin compasión, voló, voló, durante varias horas, hasta que el viento decidió dejar de soplar y finalmente bolsita cayó al mar.
Bolsita estaba mojada y asustada, flotando en el mar sin saber cómo hacer para salir de ahí, entonces pensó: dentro de todo lo malo que me pasó por lo menos estoy flotando y pronto llegaré a la orilla, no tardó mucho tiempo y el fuerte oleaje hizo que Bolsita se hundiera, ella recordó en ese momento cómo su madre contaba que unos animales marinos habían muerto por ingerir unas bolsas y sufrió aún más al recordarlo. Entonces trató de salir a la superficie, pero todo intento fue en vano; en ese momento pasó por allí un cardumen de pececillos y Bolsita les dijo: ¡ayúdenme, por favor! quiero ir a la superficie para que alguien me recoja y nadie salga lastimado, pero los peces pasaron tan distraídos que ni oyeron el pedido de Bolsita.
Pobre Bolsita, lo único que deseaba era no lastimar a nadie, pero no pasó mucho tiempo y una enorme tortuga pasó por su lado y Bolsita terminó pegada a su cara, la tortuga no podía ni ver ni respirar así que chocó contra una roca quedando muy adolorida, pero por suerte no fue tan grave y enojada la tortuga reprendió a Bolsita: ¡oye fíjate por dónde vas! – gritó furiosa la tortuga.
De pronto, apareció una enorme ballena, esto era terrible, Bolsita gritó lo más que pudo ¡noo, por favor, no me comas, te lastimaré! Pero por más que hizo lo posible por ser oída, no lo logró.
La ballena abrió su enorme boca y Bolsita terminó dentro de su panza, así que cada vez que la ballena abría la boca, bolsita trataba de salir, pero nunca lo logró y terminó pegada junto a otros plásticos dañando el estómago de la ballena, bolsita veía que su estómago tenía heridas y perforaciones y además la ballena dejó de comer porque tenía la sensación de saciedad, así que poco a poco se iba debilitando. Bolsita hizo que todos los deshechos que ahí se encontraban se
dieran cuenta de lo que estaba sucediendo, pero nada pudieron hacer.
Finalmente, la ballena dejó de respirar y murió, toda la ciudad se enteró de lo sucedido. Al escuchar la noticia, muchas personas reflexionaron y se dieron cuenta que botar basura al mar, daña las especies.
El misterio del Pozo
(Cuento presentado al I Concurso nacinal de Cuentos, Poesía y Ensayos pedagógicos organizado por el Colegio de Profesores del Perú 2022)
Rody Elvis Lloque Borda
distrito Paucarpata, Provincia de Arequipa,