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Foto del escritorColegio de Profesores del Perú

CUSCO

Actualizado: 4 ene 2023



CREACIÓN

“Qosco", significa "ombligo de la tierra" o "Centro del Mundo". Fue fundado el 26 de abril de 1822, mediante el Reglamento de Elecciones, dado tras la declaración de la Independencia por el general Don José de San Martín.

PROVINCIAS



EDUCACIÓN

· Colegios públicos y privados

· Total: 4.150

· Educación inicial: 2008.

· Educación primaria: 1.743.

· Educación secundaria: 399

· Universidades:

· Institutos de Educación Superior

· Instituto Superior Tecnológico Público "Túpac Amaru"

· Instituto Superior Pedagógico Público "Santa Rosa"

· Instituto Superior Pedagógico Privado Didascalio "Jesús Maestro"

·

FESTIVIDADES:

El "Inti Raymi" o "Fiesta del Sol" era la festividad más grande, más importante, espectacular y magnífica llevada a cabo en los tiempos del Imperio del Tahuantinsuyo, el cual basaba su religión en el culto al Sol.

· Señor de Qoyllor Riti

La fiesta empieza el día de la Santísima Trinidad, cuando más de 60.000 peregrinos ascienden hasta el límite de las nieves perpetuas. Se alcanza temperaturas mínimas de -4 °C. El camino se acompaña con una procesión, fuegos artificiales y el mercado simbólico de las Alasitas. La fiesta dura en promedio unos 4 días.

· Señor de Huanca

Todos los años, el 14 de septiembre, miles de devotos del Cuzco, Perú e incluso de diferentes lugares como Bolivia, Paraguay, Argentina y Chile, se dirigen al Santuario del señor de Huanca para recibir bendiciones. Desde Cuzco, toma de 4 a 6 horas de caminata para llegar a “El Señor de Huanca”.

La Semana Santa es una conmemoración central en el mundo católico pues recuerda la muerte y resurrección de Cristo. En el Cuzco, esta celebración está asociada al Señor de los Temblores, protector de la ciudad.

Quince santos y vírgenes de los distintos distritos llegan en procesión a La Catedral para "saludar" al cuerpo de Cristo, es decir, a la hostia consagrada, que se guarda en la fabulosa custodia de oro macizo de 26 kilos y 1,20 metros de alto.

Santuranticuy, que significa 'venta de santos', es un mercado provisional donde imagineros y artesanos ofrecen las más diversas figurillas para alegrar las fiestas navideñas y acompañar los pesebres o "nacimientos" que se arman en las casas y parroquias.

· Señor de los Temblores o El Taytacha

Desde 1650 cuando, según los devotos, un lienzo del Cristo de la Buena Suerte detuvo un fuerte sismo que remecía la ciudad del Cuzco, los pobladores le rinden culto a la imagen del Taytacha de los Temblores.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS DE CUSCO

Machu Picchu

La ciudad inca de Machu Picchu es una obra maestra de la arquitectura e ingeniería inca. Es uno de los destinos turísticos más populares del Perú y del mundo que se caracteriza por sus peculiares características arquitectónicas y paisajísticas.

El Santuario Histórico de Machu Picchu está claramente dividida en dos grandes zonas: la zona agrícola, conformada por un conjunto de terrazas de cultivo, que se encuentran al sur; y la zona urbana, constituida por edificaciones residenciales, donde vivieron los incas y desarrollaron la mayoría de sus principales actividades civiles y religiosos.

Actualmente, este importante lugar ceremonial, conforma la lista de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, y es uno de los lugares turísticos más visitados de Perú.



Montaña de 7 Colores

La montaña Vinicunca, más conocido como la Montaña de Colores, es una formación montañosa teñida de las tonalidades del arcoíris: rojo, morado, verde, amarillo, rosado y otras variaciones.

Esta maravilla natural está ubicada en las inmediaciones del nevado Ausangate, a 5200 msnm. Sin embargo, a pesar de la altura en que se encuentra y de su reciente descubrimiento, la Montaña de 7 colores se ha convertido en uno de los atractivos turísticos más visitados de la región Cusco.

Centro Arqueológico de Choquequirao

El Complejo Arqueológico de Choquequirao está situado entre las estribaciones del imponente nevado Salkantay, a 3300 msnm.

Se trata de una ciudadela inca, considerada como el Último refugio de los incas, que está conformado por: edificios, templos y andenes distribuidas en diferentes niveles y sectores que están parcialmente excavadas.

Centro Arqueológico de Sacsayhuamán

Sacsayhuamán es una fortaleza ceremonial que fue edificado durante el gobierno de Pachacútec y Huayna Cápac.

Está construido con ciclópeas piedras que se distribuyen en plataformas (baluartes), torreones, puertas, andenes, reservorios, templos y una inmensa explanada donde se celebra el Inti Raymi (la fiesta al sol) cada 24 de junio.

Por su cercanía a la ciudad de Cusco, por sus asombrosos bloques de piedra, y por las impresionantes vistas que se pueden observar desde sus colinas: Sacsayhuamán es una de las mayores atracciones turísticas de Cusco que no puedes dejar de visitar.

Qenqo

Está ubicado a 4 Km, al noreste de la ciudad del Cusco. Acoge a los grupos arqueológicos de Qenqo Grande y Qenqo Chico.

Etimológicamente, Qenqo significa: laberinto o zigzag.

Durante el periodo inca, Qenqo cumplió una función netamente religiosa.

En la parte exterior de este bello atractivo turístico se encuentran: un anfiteatro en forma semicircular con nichos trapezoidales y un monolito que simula ser un puma, el cual mide aproximadamente seis metros. Durante la colonia este atractivo turístico fue destruido por los españoles casi en su totalidad. Se dice que este atractivo era uno de los más bellos de la cultura inca.



Puca Pucara

Es una construcción militar ubicada cerca de la ciudad de Cusco. Está compuesta de grandes muros, terrazas y escalinatas en la cima de una montaña.

Puca Pucara recibe su nombre en quechua de «Fortaleza Roja», debido al color rojo que sus rocas adquieren durante el ocaso. Durante los meses de mayo y junio las puestas del sol cambian la tonalidad de sus muros notablemente a color rojizo.

Se cree que, durante el imperio inca, Puca Pucará formó parte del conjunto defensivo de Cusco y que también funcionó como centro administrativo.

Tambomachay

Templo destinado al culto al agua y lugar de descanso de la élite inca. También conocido como los Baños del Inca o lugar de retiro de la realeza.

El conjunto arqueológico de Tambomachay presenta: 3 terrazas, una serie de acueductos, canales, varias fuentes de agua, grandes hornacinas y un torreón de planta circular incompleto que está ubicado en la parte superior. Lo mejor de Tambomachay son sus 2 fuentes de agua, que contienen el mismo caudal de agua sin importar la estación o temporada, y hasta la actualidad no se sabe con exactitud de dónde proviene el agua.

ATRACTIVOS TURÍSTICOS MÁS IMOPORTANTES

Qoricancha

También conocido como el Templo y Convento de Santo Domingo. Es un fantástico templo colonial y convento que se alza sobre el antiguo templo inca de Corikancha, que fue el centro religioso más importante de todo el Tahuantinsuyo.

Este bello templo, durante la época inca, estuvo rodeado de bellos jardines que, con el paso del tiempo, se han perdido para siempre. Sin embargo, pese a su anterior esplendor, en el interior del templo colonial aún se puede observar la más fina arquitectura inca, imágenes de la cosmovisión andina, y los más selectos cuadros de la escuela cusqueña de los siglos XVII y XVIII.

Valle Sagrado de los Incas

El Valle Sagrado de los Incas es un fértil valle interandino que está ubicado a las orillas del río Urubamba. Se extiende entre los distritos de Pisac y Ollantaytambo.

Durante el apogeo inca, este fértil valle fue muy valorado por sus cualidades geográficas y climáticas. Y por esta razón, se convirtió en una de las mayores zonas de producción agropecuaria que alimentaron a la corte inca.

Pisac

Se encuentra ubicado en la provincia de Calca en el distrito de Pisac. Tiene una extensión de 9063 hectáreas. Su nombre hace referencia a la perdiz, una ave nativa que abunda en esta zona.

Pisac presenta un recinto sagrado donde está situado el barrio principal o del Intiwatana. Aquí se pueden observar los imponentes templos y palacios de fina mampostería (como el templo del Sol). En sus alrededores están ubicados otras construcciones incas, como: los torreones o pucaras y los andenes.

Ollantaytambo

Ollantaytambo, es el complejo arqueológico más importante del Valle Sagrado por sus centros astronómicos, administrativos, urbanísticos, ganaderos y agrícolas. Está ubicado en el pueblo de Ollantaytambo, es uno de los pocos poblados tradicionales que aún conserva el trazo urbanístico inca.

Fue escenario de uno de los dramas más espectaculares de la Literatura Andina: Ollantay, a cuyo personaje debe su nombre. Actualmente, Ollantaytambo es uno de los lugares de paso obligatorio para llegar a Machu Picchu.

Moray

Andenes agrícolas que sirvieron de laboratorio agrícola inca para experimentar la adaptación de los cultivos en los diferentes pisos ecológicos.

La disposición de sus andenes produce un gradiente de más de 20 diferentes tipos de microclimas, teniendo el centro de los andenes circulares concéntricos una temperatura más alta y reduciéndose gradualmente hacia el exterior a temperaturas más bajas. En este lugar se llegaron a adaptar cientos de variedades y tipos de plantas para su próximo cultivo, ya sea en la sierra, la selva o la costa.



Chinchero

Uno de los atractivos arqueológicos más importantes de Cusco por sus andenes, muros de contención y formidables monumentos incas que exhiben grandes hornacinas y puertas de acceso.

Sobre los muros incas se erige un importante templo colonial. Chinchero, es también conocido por los lugareños como el lugar de nacimiento del arco iris, ya que en este lugar es muy común ver los aro-iris. Este típico pueblo andino combina el centro arqueológico Inca con la construcción colonial del templo.

Camino Inca a Machu Picchu

Son dos rutas de acceso más importantes a Machu Picchu que forma parte de la red del Qhapaq Ñan. Al día de hoy, se han convertido en las dos rutas más famosas de trekking de Perú y del Mundo. El ancestral camino bordea numerosas quebradas y cumbres con nevados, cruza innumerables arroyos de origen glaciar, y se interna entre la flora y fauna de los diferentes pisos ecológicos de los andes y la ceja de selva cusqueña.

Nevado Salkantay

El impresionante Nevado Salkantay o Apu Salkantay es la segunda montaña más alta de la región Cusco. Está ubicado a 6271 msnm, en la cordillera de Vilcanota. Al lado izquierdo de la montaña del Salkantay esta ubicado la Sierra y al lado derecho la Selva.

Tipón

Es uno de los jardines reales que ordenó construir Wiracocha. Está conformada por doce terrazas, flanqueada por muros de piedras perfectamente pulidas en enormes andenes, hermosos paisajes, flora variada, canales y fuentes que simbolizan la alta ingeniera hidráulica usada para movilizar las aguas de los manantiales.

Plaza de Armas de Cusco

Núcleo central de la ciudad del Cusco cosmopolita que está rodeado por fastuosos templos y fascinantes arcos coloniales; así como de, exclusivos restaurantes turísticos, joyerías, cientos de agencias de viajes y tiendas turísticas. La Plaza de Armas de Cusco, no sólo es un lugar donde puedes tomar increíbles fotos, también es un lugar donde podrás conocer gente de diferentes países y culturas.

Está ubicada en pleno centro histórico de la ciudad del Cusco. Y es el lugar de celebraciones de muchas festividades tradicionales: Santuranticuy, Corpus Christi, Semana Santa, Fiestas Patrias, Fiestas Jubilares del Cusco y Año Nuevo.

Basílica Catedral de Cusco

Es la edificación religiosa más importante de la ciudad de Cusco de estilo renacentista y barroco andino. Construida entre los años 1560 y 1664 y sobre el Quishuarqancha antiguo palacio del inca Wiracocha, la Catedral del Cusco es uno de los monumentos más hermosos y significativos de América, edificada con enormes bloques de piedras traídas de Sacsayhuaman esta histórica pieza es también considerada Patrimonio Cultural de la humanidad.

Está decorada, en su interior, por tallados en cedro y aliso bañados en plata y pan de oro, de los que sobresalen el coro y el púlpito. Además, en sus muros de piedra conserva la más importante colección de pinturas de la escuela cusqueña.

Iglesia de la Compañía de Jesús

El templo original se construyó en el año 1571 sobre los terrenos del antiguo Amarucancha, palacio del Inca Huayna Cápac. Luego del terremoto de 1650 tuvo que ser reconstruido hacia 1688.

El trazado original y la fachada son ejemplos del barroco andino. La portada, tipo «retablo», está decorada con torres de mediana altura y sus muros de piedra han sido cuidadosamente trabajados.

En el interior del templo destacan: el altar mayor de tres cuerpos y columnas salomónicas, el púlpito de madera y numerosos retablos barrocos, platerescos y churriguerescos. Y entre las obras de arte sobresale: «El matrimonio de Martín García de Loyola con Beatriz Clara Coya».

Templo colonial de Andahuaylillas

Es uno de los ejemplos más sorprendentes y hermosos del arte religioso popular andino, más conocida como «la Capilla Sixtina de América», por sus altares dorados, pinturas y murales de la escuela cusqueña y orfebrería de plata. Fue construida a comienzos del siglo XVII. En su interior, conserva una colección de lienzos de la Escuela Cusqueña jamás vista, un majestuoso órgano, y los mejores trabajos en fina orfebrería de plata y un altar barroco.

Esta abierto al publico todos los días del año.

Raqchi

Asentamiento inca que destaca por su gran e impresionante templo (de piedra y barro) dedicado al dios Wiracocha. Este fascinante centro arqueológico cuenta con almacenes, fuentes de agua y por sus muchos y variados recintos.

El Centro Arqueológico de Raqchi se encuentra ubicado a 117 kilómetros de la ciudad del Cusco. Está ubicado en el distrito de San Pedro de Cacha en la provincia de Canchis, a 3460 metros sobre el nivel del mar, en las laderas del volcán Quimshachata.

Q’eswachaka

Puente inca colgante de ichu (paja brava), de 28 metros de largo y 1.2 metros de ancho, situado sobre las bravas aguas del río Apurímac. El rió apurimac es uno de los ríos que forma parte del gran Río Amazonas.

La existencia de este puente data desde los tiempos incas, ya que era parte del sistema vial del Qhapaq Ñan. Gracias al arduo trabajo de los pobladores de la zona, a través de este milenario puente se puede cruzar las turbulentas aguas del río apurimac.

La renovación y el mantenimiento anual y generacional, de este Último Puente Inca de más de 500 años de antigüedad, lo realizan, todos los años y siguiendo un ritual ancestral, las comunidades de Winch’iri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Perccaro.

Barrio de San Blas

Si quieres explorar uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad del Cusco conociendo toda su historia de antemano, visita uno de los barrios más ancestrales y famosos de la ciudad cosmopolita de Cusco. Resalta por sus estrechas calles de arquitectura colonial y por acoger a la parroquia más antigua del Cusco. Desde este lugar tendrás increíbles vistas de la ciudad del Cusco.

En sus empinadas callecitas acoge los talleres y las tiendas de los artistas y artesanos más populares de la región. La historia de San Blas se remonta a los tiempos de la cultura Inca. Durante esta época, el barrio se llamaba T’oqokachi, que significa “Cueva de sal”. Aquí, como ocurre en la actualidad, vivían importantes familias dedicadas a la arquitectura y la artesanía local.

Templo de San Blas

Es un templo colonial religioso que está ubicado en el barrio más famoso de la cosmopolita ciudad del Cusco: el barrio San Blas. Fue construido alrededor de 1560 sobre un santuario inca consagrado al culto de la Illapa (deidad del trueno, relámpago y rayo). Es famosa por su púlpito de estilo barroco que constituye la obra maestra del tallado en madera, y por haber sido la parroquia más antigua del Cuzco.

El Templo de San Blas, fue una de las primeras parroquias construidas en el Cusco por orden del Virrey Francisco Toledo. La actual iglesia tiene una plataforma de construcción en forma de Cruz Latina y una fachada simple de características platerescas.

Piedra de los doce ángulos

Es un bloque de piedra del antiguo palacio inca de Sinchi Roca, sobre el que hoy se levanta el Palacio Arzobispal. Con el paso de los años la Piedra de los Doce Ángulos fue tomando una gran notoriedad entre los estudiosos, cronistas y los propios visitantes que llegan hasta mágico lugar.

La piedra de los 12 ángulos se caracteriza por poseer doce aristas o ángulos perfectamente labrados que encajan en armonía con las otras piedras del muro inca.

Nevado Ausangate

Es el nevado más alto de la región Cusco y la quinta montaña más alta que se encuentra en el Perú. Es un atractivo natural que forma parte de la Cordillera de Vilcanota. Está situado sobre los 6384 msnm, y es considerado una deidad (Apu) por los pueblos tradicionales que viven en sus faldas.

Valle de Lares

El Valle de Lares está ubicado entre la vertiente oriental de los Andes y la zona norte de la Cordillera de Urubamba. Está rodeado por los impresionantes nevados de Verónica, Sawasiray, Pitusiray y Chicón. Es el hogar de muchas comunidades tradicionales que viven practicando actividades artesanales y agropecuarias: producción de tejidos, cultivo de tubérculos y pastoreo de camélidos sudamericanos.

Cañón del Suykutambo o Tres Cañones

Área de conservación regional que tiene una extensión de 39 485 hectáreas. Es una formación rocosa en el que confluyen los río Callumani, Cerritambo y Apurímac. Es un atractivo natural muy importante por las impresionantes formaciones rocosas y porque es un lugar ideal para la práctica de deportes de aventura y camping.

Templo y Convento de Santa Catalina

Edificación colonial, edificada alrededor del año 1605 sobre el antiguo acllahuasi «Casa de las escogidas», de estilo renacentista con arcos de estilo romano.

Dentro de su interior se halla uno de los museos de arte colonial más importantes y completos de la ciudad de Cusco donde se expone trabajos pictóricos de la escuela cusqueña, pinturas murales, trabajos en orfebrería, textilería, esculturas y retablos.

El museo muestra el interior del Claustro de Santa Catalina: Sala de Labores, Sala Capitular, Celda de la Fundadora, Velatorio, Estudio, Refectorio o comedor, y otros sectores. También, en uno de estos ambientes se puede observar algunas de las mejores muestras de pintura de la famosa escuela cusqueña.

Museo Inka

Es el museo de la Universidad Nacional San Antonio Abad de Cusco. que anteriormente se llamaba Museo de Arqueología. Está ubicado sobre un antiguo palacio inca y colonial. En el Museo Inka se exhibe una colección de piezas arqueológicas de la cultura Inca. Objetos líticos, metalurgia funeraria, cerámica, textilería, queros, arquitectura inca, metalurgia, textilería, trepanación de cráneos humanos, ídolos de oro, plata, cobre, turquesa, entre otros. También podrás ver maquetas de centros arqueológicos y objetos de ritos ceremoniales usados por los Chamanes «Brujos Andinos».

Museo Histórico Regional

Está ubicado en la otrora casa del cronista Garcilaso de la Vega. Ofrece una de las más completas colecciones arqueológicos de la cultura pre inca e inca, las mejores muestras de colección de pinturas coloniales y otras tantas colecciones del virreinato, la época republicana y contemporánea. Además, también se puede observar el legado del Inca Garcilaso de la Vega.

Según la historia, en el local del Museo nació y vivió hasta los 20 años el insigne escritor Inca Garcilaso de la Vega. La construcción de la casona data del siglo XVI, correspondiendo a las edificaciones civiles de palacios menores o casonas de la época colonial. Se levantó sobre andenes incaicos que conformaban la plaza de Cusipata. La tipología muestra una influencia de edificio civil andaluz, desarrollándose a partir de un patio central, una galería de arcos de medio punto, balcones de piedra en la crujía este y de madera en el resto de las crujías del segundo nivel. Fue intervenida con procesos de restauración después de los sismos de 1650, 1950 y 1986


L I T E R A T U R A


MITOS

MITO DEL WIRACOCHA

(Blog: Mitos y leyendas cusqueñas)

Cuenta que en el principio Wiracocha creo el mundo más a los habitantes de este mundo los convirtió en piedras, envió a la vez un diluvio "Unu Pachacuti"; luego creó seres luminosos como el sol, la luna y las estrellas; así mismo, envió a su mensajero Wiracochan o Tunupa quien llevaba a cuestas un bulto donde transportaba dones con los que premiaba a pueblos que lo escuchaban.

En su largo peregrinar pidió a los pueblos poblar la tierra, pero también habían pueblos que no cumplían su mandato por lo que los convirtieron en piedras.

Continuando su camino llegó a cierto sitio creó a un señor al cual puso el nombre de Alcaviza y al lugar por nombre Cusco; dejando el mensaje que después de este señor vendrían los Incas Orejones a quienes todos respetarían.

Wiracocha prosiguió su camino haciendo sus obras hasta que llegó a la línea equinoccial cerca al Ecuador, donde queriendo dejar esta tierra, informó a la gente sobre las muchas cosas que habrían de suceder. Les dijo que con el tiempo habrían de venir gente diciendo ser Wiracocha y a los cuales no les deberían de creer. Y dicho esto se metió al mar caminando por sobre el agua como si fuese espuma.

LEYENDAS

LA LAGUNA VERDE

(Blog: "Mitos y leyendas cusqueñas")

En el departamento del Cusco; provincia de Espinar, se halla la laguna cuyo nombre es Gomer Cocha (laguna verde).Dice que dentro de ella se encuentra el Diablo.

Una mañana, se encontraban las ovejas de don Ernesto a las orillas de la laguna verde, de pronto, sin razón alguna, las ovejas corrieron hacia el lago, parecía que se volvieron locas y se sumergieron en las profundas aguas. Al no soportar las pérdidas de sus ovejas, don Ernesto sin ningún temor fue en la oscura noche a la laguna. De pronto se le apareció el diablo, lo llevó dentro del lago en donde tuvieron una larga conversación.

Don Ernesto salió de las profundidades del agua con la condición que sus ganados se multiplicarían y como recompensa cumpliría en pagarle cada año, en el mes de febrero, con muertos, para que el diablo se alimentara.

Durante los años que pasaban, fue un hombre ambicioso que les arrebataba a los humildes campesinos sus terrenos; poco a poco fue apoderándose de la mitad de la comunidad.

Al no soportar el pueblo tanta injusticia y además sabiendo la relación que tenía con el diablo, decidieron sacrificarlo. Dos representantes del pueblo fueron a buscarlo y lo hallaron en su casa, luego lo llevaron a un lugar alejado. Don Ernesto pedía que no lo maten; sin embargo, sin ninguna compasión lo dispararon causándole la muerte.

Al hacerle la autopsia correspondiente hallaron en el cráneo del muerto dos cuernos que ya le crecían y en la parte de la columna, una cola.


CUENTOS

PAULINA Y EL SOQAMACHU

(Cuento presentado al Concurso Nacional de Cuentp, Poesía y Ensayo organizado por el CPPe 2022)

Nilza Orduña Paredes

Distrito San Sebastián - Cusco


Esta historia sucedió alguna vez en los andes, en un pueblo cercano a un río vigoroso y a una montaña de colores. Soy testigo de lo que la Paulina vivió para liberar y salvar a su pueblo de las garras de un ser aterrador. Les cuento como era la Paulina, del mechón blanco en la cabeza, justo en la fontanela y un lunar negro prominente cerca de la boca. Sigo, en el pueblo los perros ya no ladraban y se quedaban mirando a la luna, cuando había luna por supuesto, los gatos tenían miedo de saltar; ¡ah! a las mujeres adultas, el cabello se les convertía en paja dejando una alfombra amarillenta en el piso, hilaban la lana y nunca acababan y cuando hablaban, no hablaban, decían palabras raras como jetequete, jetuquito, algo así, y movían la cabeza diciendo ¡sí, sí, sí, sí!, ¡no, no, no, no! sin que nadie las entienda. ¡A todas las mujeres les ocurría lo mismo y también al gran sabio del pueblo!, y todas las noches escuchaban una risa

burlona en el cielo.

¡Así pasaban los días! y todos parecían no darse cuenta de estos cambios hasta que empezaron a ponerse azules y, cuando reían, por cada ¡sí, sí, sí, sí!, ¡no, no, no, no! se les caían los dientes, de verdad les cuento, uno a uno, ¡a todos! menos a la Paulina. Que cosas más extrañas sucedía en ese pueblo y nadie sabía porque pasaba.

La Paulina, intrépida, no se interesaba en este asunto, pero recordó una hazaña anterior, y moviendo hacia un lado su mechón blanco dijo– ¡Creo que tendré otra misión! Recordó que a las faldas de la montaña vivía un sabio anciano y fue a buscarlo. El anciano al verla de forma apurada preparó un brebaje mágico que tenía agua de sábila; agua de romero; agua de tomate; agua de lluvia y un poco de agua de Qeuña, “era mágico”, mientras su esposa seguía arrancándose la paja de la cabeza, se lo dio y la Paulina se lo tomó. La Paulina se quedó profundamente dormida sobre la paja del cabello de la esposa del sabio. Su mechón blanco le tapaba los ojos de su cara. Vio su casa, a su mamá bailar con el viento dice, con una sonrisa eterna, y se vio ella con el sabio anciano, quien este le dijo muy agitado:

– “Estoyy en tu cabesha Paulina, esto es una maldishión” – Continuó sin aliento - Tienesh que juntar el ajo, la ruda y el qantu. ¡Chica, no hayy tiempo!

La Paulina repitió casi moviendo los labios, ajo, ruda, qantu...haciendo un ademán de no entender.

– ¡Shi! ¡Con los ajosh recuperarán los dientes! ¡Con la ruda el cabello y mashticando el qantu, volverán a hablar! – le dijo el gran sabio.

La Paulina preguntó dónde iba a encontrar todo eso, el sabio le dijo que al pie de la montaña de 10 colores.

Entonces la Paulina salió corriendo hacia la montaña, mientras corría le pareció ver a lo lejos a su papá - ¡¿Es mi papá, creo?! Dijo- Corrió para alcanzarlo.

Cuando al fin lo alcanzó, tropezó y le jaló el poncho, sintiendo un viento helado y vio con gran sorpresa ¡las pezuñas! Se puso pálida del susto. Este ser extraño se volteó y ante sus ojos grandes y medios virolos estaba un anciano achacoso, mal oliente, con ojos rojos, verrugas y muchos lunares en la cara, cabello apelmazado y garras de oso. Esta criatura le sonrió burlonamente diciéndole:

- ¿Acaso me buscas? Me presento ante Ud.- mientras seguía burlándose ¡Yo soy el Soqa Machu!

El Soqa Machu dio una carcajada y la Paulina reconoció esa risa.

– ¿Ahora me reconoces? Le dijo este- A mí me gusta coleccionar dientes, prendo mi fogón con la paja amarillenta, con las palabras de todos me cuento los cuentos más hermosos, y cuando tocan el agua se vuelven azules- Se escuchó nuevamente su risa estruendosa y burlona.

En ese momento la Paulina abrió los ojos, miró al gran sabio y en verdad ahora salió corriendo de la casa del anciano a buscar el qantu, los ajos y la ruda.

Al regresar, metió un poco de qantu en la boca del sabio y este le dijo

“Grachiasss”, le agradeció por haberlo liberado de la maldición diciéndole:

–¡Ahora puedo menshionarlo! ¡Conoshiste al Soqa Maschu!

–Si!! Eso es lo que me ha dicho. Y ¿quién es? Dijo la Paulina.

–Esh un espíritu malvado y juguetón. La única manera de romper la maldishión es que una niña le gane, y esha niña eresh tú, Paulina- Así le dijo el sabio. Entonces la Paulina, con las ganas de vencer y devolver la tranquilidad a su pueblo, volvió a tomar el brebaje, y en sus sueños lo buscó para tomar justicia.

–¿Por qué has vuelto?, ¿por qué me estás buscando? Le dijo el Soqa Machu

–¡Quiero jugar contigo! Le dijo enérgicamente la Paulina.

–¿Ahh sí? ¡Está bien, nadie me ha ganado hasta ahora!¡ Y si gano te vienes conmigo! Jejeje- Le dice el Soqa Machu. Yo propongo un juego y tu otro, ¡veremos pues!

Entonces se pusieron a jugar a los tiros. ¡Los tiros del Soqa Machu eran ¡ojos de cordero! La Paulina le iba ganando por lo que enfureció al Soqa Machu. Él, furioso con baba en la boca y la barriga hinchada, comenzó a zapatear con esas pezuñas de cabra y el piso se empezó a mover, tan fuerte que la tierra tembló, y los tiros de la Paulina comenzaron a moverse, que por suerte golpearon a los tiros del Soqa Machu y lo sacaron del hoyo. Lo que significaba que la Paulina había ganado. ¡Ahh! Pero este Soqa Machu esperaba el segundo juego.

Jugaron a la Matachola, en un tronco viejo de Qeuña, dieron vueltas a la soga de paja, el Soqa Machu volaba para girar la bola hecha de ichu, ¡¡y la bola se enrolló en el tronco del árbol! ¡empezó a reírse a carcajadas!! Mientras se reía la gente del pueblo hacia más cosas raras de las raras que hacían. Entonces se lanzó contra la Paulina, al tocarla agarró la chuspa donde estaban los ajos, la ruda y el qantu y gritó ¡Achacao! La Paulina se dio cuenta que algo de su chuspa le había hecho daño, entonces sacó los ajos, la ruda y el Qantu y se los tiró. Los ajos atravesaron el cuerpo dejándole agujeros, y este gritaba ¡Achacao! ¡Achacao! revolcándose en el suelo. Las hojitas de la ruda se convirtieron en moscardones que lo atacaron, mientras la Paulina le gritaba– ¡vete ya de mi pueblo, déjanos en paz! El Soqa Machu se escapó hacia las montañas y el qantu se transformó en Picaflor, que, con la fuerza de sus alas, lo llevó hacia el barranco, haciéndole caer al río. Y el río se lo llevó cuesta abajo hacia otro pueblo.

La Paulina volvió a despertar en la casa del sabio y este con una gran sonrisa le dijo:

– ¡Hash roto la maldishión! ¡Mira! La Paulina con las manos en la cintura, volteó su mechón blanco y sonrió mirando al cielo.

Ya no estaban azules, el cabello de la esposa del sabio ya no parecía hecho de paja. Todos volvieron a la normalidad, y a partir de ese tiempo tuvieron las mejores cosechas de habas, papas y maíces.

Esta historia es de purita verdad, yo fui testigo.



LOS RECLUSOS

(SEGUNDO PUESTO Cuento ganador del I Concuro de Cuentos, Poesía, Ensayo organizado por el Colegio de Profesores del Perú 2022)


Elvis David Quispe Altamirano

DIRECCIÓN : APV San Isidro Q-9 Santiago – Cusco


Entonces tú también provienes de ahí. Vaya, quién lo diría, dos ex moradoresdel Coperfil se vienen a encontrar en el lugar más impensado del mundo; aunque, espera... pensándolo bien, ¿dónde sino en sitios como este es que se podrían encontrar dos individuos que salieron de aquel lugar? Ese lugar, muchacho, marca, te marca para toda la vida. Es por eso que ni bien te vi entrar supe que el Coperfil tenía que ver algo contigo... Pero ven, acércate, siéntate aquí. Cuéntame, ¿cómo va ese lugar?, ¿cómo está el gordo Silas?, ¿aún vive la señora Empe?... ¡Eh!, ¿qué me dices?... Ah, ya, entiendo, quieres que yo empiece y te cuente algunas cosas mías. Ya veo... Bueno, está bien, lo haré solo porque me lo estás pidiendo en ese tono y porque eres apenas un recién llegado y necesitas agarrar confianza. Yo entiendo de eso, claro que sí. A ver...Mmm... déjame ver... qué te puedo contar, con qué podemos empezar... ¡Ah!, ya, ya sé...

Cuando mamá murió, ya ni recuerdo de qué fue, papá nos llevó a casa de la abuela. Yo habré tenido como cinco años, mi hermano siete y mi hermana ocho; Carlos y Karen se llamaban y eran mis medios hermanos por parte de madre; como el papá de ellos había desaparecido hacía varios años, papá los llevó con nosotros. Los quería mucho a los dos.

Papá, que siempre me pareció un tipo enorme, tenía las piernas tan largas que parecía andar en zancos, unos brazos delgados que terminaban en unas manos enormes que muchas veces las sentí del tamaño de mi espalda, y una cabeza que cuando lo miraba desde abajo, abrazado a sus rodillas, me parecía un planeta lejano, un sol en el que lentamente se dibujaba una sonrisa agradable y graciosa, y que dejaba ver lo que de él siempre me gustó: sus enormes dientes blancos que yo, entre brincos y risotadas, le decía que se parecían a las teclas de un piano. Papá era también un tipo alegre y bueno; así lo recuerdo; se enojaba poco y tenía en la cabeza una gran cantidad de chistes que hasta el más serio se atoraba de la risa. Ese era papá, y seguramente si las cosas no se hubieran torcido como se torcieron, hubiera llegado a ser un gran padre. Pero no, la muerte de mamá lo cambió todo. En un año, papá se destruyó y destruyó lo que había conseguido en toda su vida y parecía no darse cuenta. En poco tiempo se volvió sombrío, malhumorado y comenzó a beber en exceso. Una vaina total.

Una noche, recuerdo, regresó tan borracho que entre todos tuvimos que llevarlo a su cama. Pesaba como un enorme saco de papas. Mi abuela, como casi todas las noches, le puso al pie de su cama sus dos tinas largas y llenas de agua para cortarle esa extraña costumbre que tuvo poco después de la muerte de mamá; que era de andar dormido por toda la casa. En serio, muchacho; qué técnica más loca de despertar a los sonámbulos. Algunas veces, mis hermanos y yo, llevados por la curiosidad y las ganas de reírnos un poco, montábamos guardia en la entrada de su habitación para presenciar el preciso momento en que papá, sonámbulo, hacia a un lado las frazadas de su cama, se sentaba con lentitud y después de dar medio giro se impulsaba para ponerse de pie, pero sus pies nunca encontraban el piso o sus zapatos, sino una de las tinas llenas de agua heladísima; entonces despertaba de golpe, lanzaba un alarido de alma en pena y daba manotazos en el aire como si de verdad se estuviera ahogando. Al verlo así, todos nos despancábamos de la risa; parecía una marioneta haciendo su escena de terror... Pero aquella vez fue diferente. Durante la noche no hicimos ninguna guardia porque todos estábamos cansados y además era ya muy tarde.

A la amanecida, el grito de mi hermana nos hizo saltar a todos de la cama, que en un segundo nos encontrábamos en el pasillo, corriendo para cualquier lado.

Sin mucho buscar encontramos a Karen en la puerta del cuarto de papá, de pie y temblando como un gato mojado. Cuando nos dimos cuenta de lo que veía, la desgracia cayó encima de nosotros con tanta fuerza que yo sentí pulverizarse mis huesos. Papá estaba en el piso, con el cuerpo medio encogido y la cabeza enterrada en una de las tinas con agua. La otra tina estaba vacía, metida entre sus pies. La madera del piso estaba mojada y el agua había avanzado como una mancha oscura que casi llegaba hasta los pies de Karen... A simple vista, parecía que solo se hubiese inclinado para tomar agua, pero no, papá estaba tieso, frío... papá estaba muerto... ahogado. Esa imagen la tengo petrificada en la mente que dudo mucho que algún día siquiera se destiña como lo hacen las ropas nuevas de tanto usar.

Fueron los vecinos quienes, al escuchar los llantos y el alboroto en la casa, llamaron a la policía. Cuando estos llegaron, ya la gente se había amontonado en la puerta de la casa, así que tuvieron que levantar la voz para poder pasar.

Después de inspeccionar todos los ambientes, se acercaron a nosotros y sin siquiera mirarnos nos hicieron dos preguntas. La primera; cómo murió, y la segunda; quién puso las tinas con agua. Mi abuela, entrecortada por el llanto respondió, con toda la inocencia del mundo, que ella las había puesto, que todas las noches las ponía. Eso fue todo. Ante el asombro de nosotros y de todos los vecinos, la apresaron, la subieron al patrullero y se la llevaron. ¿Quién iba a imaginar que las cosas terminarían así? Cuando la desgracia cae, cae nomás, muchacho, sin oración que la detenga.

Sin familiares que se pudieran hacer cargo de nosotros, nuestro destino fue el albergue estatal para niños huérfanos o en situación de riesgo, más comúnmente conocido como el Coperfil.

Cuando llegamos allí, todo fue tan duro, nos chocó a todos. Mi hermano Carlos tuvo problemas de indisciplina y peleas frecuentes con algunos chicos; a mi hermana mayor le sangraban mucho los dedos por morderse desesperadamente las uñas y a mí me regañaban y jalaban las orejas todas las mañanas por orinarme en la cama. Un año estuvimos así, sufriéndola duro. Al cabo de estos, cuando ya los tres nos hallábamos al lugar y a esa vida, el padre de mis hermanos mayores apareció de la nada y obtuvo el permiso para llevárselos del albergue; se fueron, no sé a dónde; nunca más los volví a ver. No sé qué será de ellos ahora. Guardo muy malos recuerdos de esos días, y no tengo ganas, muchacho, de recordarlos ahora; comprenderás.

Bueno, desde entonces me quedé completamente solo en la vida, deseando, como única alternativa, que alguien también viniera por mí; porque eso nos decían: “Alguien llegará por ustedes niños, en cualquier momento, solo tengan paciencia”, y yo, con seis o siete años de edad lo vi difícil; pero, aun así, me aferré a esa ilusión con todas las fuerzas de mi corazón... Pero nadie vino... Allí me quedé, cada día, cada mes, durante más de doce años.

Cuando por fin cumplí dieciocho años, las puertas del Coperfil se abrieron para mí; pero, de repente, casi contra mi voluntad, un sentimiento extraño comenzó a arrastrarme a sus pasadizos fríos, a sus patios de espera, a sus tardes monótonas, a sus dormitorios enormes y sombríos, a su olor a lejía perpetua, a la falta de fe de sus moradores, a su comida sin sabor, a los golpes del gordo Silas y los castigos brutales de la señora Empe. Tal vez no quería irme; tal vez tenía miedo de salir a un mundo donde iba a ser más huérfano de lo que ya era en aquel lugar. Eso sentí.

Y mira, no me equivoqué. El mundo me devoró enterito. No estaba listo para enfrentar a la sociedad, para sobrevivir en ella. Cuando salí, no pasaron ni dos meses y ya tenía que hacer cualquier cosa para sobrevivir. El pequeño monto de dinero que me dieron los del albergue apenas me alcanzó para cinco o seis semanas. El alquiler de un cuarto, compré una cama, unas frazadas, más mis comidas diarias en el mercado, fueron todo lo que pude hacer con el dinero. No sabía buscar trabajo. No sabía en qué era bueno. En principio quería regresar al Coperfil, pero ya no había vuelta atrás. No me aceptarían jamás. Así que con el todo el miedo del mundo metido en mí tuve que enfrentarme a la nueva vida, y no pude. Al poco tiempo tuve que delinquir, hurtar, robar, estafar, engañar, y más cosas, y mírame ahora, estoy aquí, veinte años después de haber dejado el Coperfil, compartiendo celda con otro ex morador de aquel lugar, quien, al parecer, también salió más huérfano de lo que entró.


El relato de una vocación

(Cuento presentado al I Concuro de Cuentos, Poesía, Ensayo organizado por el Colegio de Profesores del Perú 2022

Yola Yovana López Huaylla,

distrito de Espinar, provincia de Espinar, departamento de Cusco,


Subes afanada con una sonrisa. Me saludas con mi nombre y de forma familiar también a los pasajeros. Tomas el asiento de copiloto en esta combi que cuenta vidas.

Te miro y me pregunto ¿Es acaso tu vocación?

***

¿Han sido buenas mis decisiones en la escuela y en el colegio? ¿Se trata de suerte o destino? Lo que ahora esté por decidir ¿Estará bien? o ¿Será una vida de presión, angustia y frustración? De pronto la voz perfilada anunció mi nombre desde el estrado, de un salto recobré el sentido para reanudar la decisión que había tomado. Me acerqué —Adjudico a esa vacante— dije sin más. —No importa, si no me gusta, lo abandono— balbuceé, queriendo imitar a los otros jovencitos que por ahí estaban entre risas, y de repente la realidad me dio una bofetada al instante. Recordé que mi madre apenas pudo pagar mi pasaje para estar aquí y enviarme el molde de queso que garantizó hospedarme unos días en la casa de una tía. Que, si decidía estudiar aquí, estarían orgullosos mis padres y mis hermanitos, pero a costa de más esfuerzo y sacrificio por carecer de medios. Sí, era una jovencita de un pueblo altoandino, con pocos recursos económicos, que se enfrentaba a una oportunidad de estudio superior en la ciudad como pocas en la comunidad. Empecé con voluntad mi vida en la universidad.

“Solo hay 3 elecciones importantes en la vida que definirán si vivirás o solo existirás: la carrera, la pareja y el lugar de trabajo”—dijo un docente que lucía vivamente los escasos pelos grises de su cabeza con la luz de la ventana. Dudando su relevancia, solo me preocupé por anotarlo rápidamente en el encabezado de la hoja en mi cuaderno. Frase que auguraba aseverarlo con mi propia experiencia. Se trataba del decano que llevaba un curso general con nosotros, los cachimbos.

En el transcurso conocí compañeros, maestros, administrativos y personales que laboraban por periodos largos o temporales. Que al complemento de mi falta de guía recuerdo al señor de la limpieza que me dio el consejo de un padre, la secretaria que me regañó como una madre, los maestros que me daban palizas morales a ratos de flaqueo, mis compañeros como hermanos, otros descarriados, pródigos, con habilidades para el poker, los tacos, deportistas, bailarines, con líneas políticas, parranderos, etc. Yo pertenecía a los de medio, ni arriba ni abajo, medio, invisible para algunos maestros y de “buenas opiniones” para otros, responsable lo más que podía, a veces impuntual por los extras del trabajo, que aprovechaba los viernes para prestarse libros de la biblioteca, que estudiaba por las noches y en los micros sin pasarse de paradero y que aun así para algunos era una mengana para los que llevaban mis calificaciones.

Pasando media carrera no recordaba el por qué la había elegido, estaba en mí el sentido de continuar haciendo lo mejor que pueda. Me hacía experta en el manejo de la facultad, cursos, metodologías, actividades grupales, actividades sociales, todo. De vez en cuando caía rendida en la biblioteca hasta pegar mi saliva contra las hojas que seguramente luego la presentaría como un trabajo para algún curso.

Recuerdo a un compañero mayor que dijo: “Un maestro que no asume un compromiso con la lucha política, huye de las responsabilidades culturales de su tiempo, y no está a la altura de su tarea” diciendo me dirigió a un aula interna de una facultad poco visitada. Al ingresar noté todas las sillas ocupadas por estudiantes de diferentes carreras y en el transcurso también de diferentes ideologías políticas-filosóficas,

Lenin, Marx, Stalin, etc, que citaban textualmente en sus aportaciones por turno, esas diferencias se unía en un propósito, de mejorar el sistema educativo, manifiesto en contra la suba del combustible, los pasajes y derrocar al decano que alegaban era corrupto, que las autoridades al no dar respuesta a los manifiestos escritos y orales de los representantes estudiantiles se veían obligados a protestar por las calles.

Reuniones donde probablemente se fortalecían ideas de protesta, tranqueras y toma de local en las futuras huelgas estudiantiles que después experimentaría.

En el avance de semestres aprendía teorías por aquí, conocimientos por allá, practicas preprofesionales por aquí y sesiones de aprendizaje por allá. Trasnochadas por aquí e investigaciones por allá. Ya cumpliendo con el dominio del idioma extranjero que nos abriría las puertas del éxito. Ya con computación como prerrequisito antes de la sustentación. Los meses pasaron, y ahora apretaba mis oídos el sombrero de la toga mientras repetía con la mano levantada: “prometo solemnemente por mi honor, buscar siempre el camino del bien y de la justicia, ser útil a la sociedad considerando en el trato con mis semejantes, trabajar honradamente para ganarme la vida... conservar en mi corazón el amor al estudio, a los maestros y la escuela, así me ayude Dios” mi juramento de graduado.

En busca de un trabajo con mi título bien puesto seguro encontraría buenas opciones laborales ¿Quién no quisiera tener a una recién egresada con muchas ganas de mejorar la educación del país? “se necesita un docente para trabajar en I.E. particular...” —ese es, aquí voy— contacté. Viajé, dejé mis documentos (que eran pocos) y me dijeron que esperara la entrevista. Después de un conversatorio determinaron darme el puesto por estar disponible inmediatamente, por empezar a prueba gratis por un mes y ser la única que se atrevía a trabajar con las carencias de la institución. Oh suerte la mía, sin lujos de elegir. Sé que muchos empiezan por ese mismo camino.

Ahí aprendí que le faltaban horas al reloj, que el trabajo era interminable, a los meses me sentí falto de energía, horas de sueño, descanso y sobre todo palabra que entre nosotros entendemos bien “paciencia” pero los niños también son nuestros maestros.

A mi falta de paciencia en una ocasión me atreví llamarle la atención a un niño elevándole la voz, rápidamente el pequeño se cubrió la cabeza con el brazo y cerrando los ojos fuertemente apoyó su cabeza a la carpeta. Todo designio de mi torpeza vi desaparecida en un instante, en qué me estaba convirtiendo. Esa tarde pensé en la vida que lleva ese niño, en la mía, en las circunstancias y finalicé creyendo que me equivoqué de carrera.

Entendí que el grito puede ser un abuso de poder, descalificaba al pequeño, lo intimidaba, humillaba y probablemente le generaba sentimientos de culpa e inferioridad. Resonaba familiar, mi infancia reflejada. Entonces me propuse ser diferente y hacer el cambio en esas vidas pequeñas, o al menos los que me tocaban.

Cambié mis palabras de “te equivocaste” “así no se hace” “corrige” etc. Por palabras de oportunidad, de ánimo, de confianza, en el fondo era yo la que aprendía más.

Talvez así ellos no tendrías los mismos complejos que yo, definitivamente quería que ellos sean mejores que yo. Me parece que la misión del maestro nacía en mí.

El siguiente año postulé a una institución estatal, por ciertas cuestiones burocráticas de no contar con certificado de dominio del idioma quechua y por fortuna de un promedio regular en mi examen de contrata, adjudiqué a uno estatal en una provincia capital. Un cambio radical de mi cosmovisión novata al magisterio nacional. Una realidad en diferente contexto, pero con la misma niñez, problemas, sensibilidad y por supuesto humanidad.

Años después en mi ingreso al magisterio me reencontré con la lucha por nuestros derechos, protestando por mejores salarios y la dignificación de la carrera publica magisterial. Que sumando esfuerzos nos conocimos más entre maestros y hasta uno que más tarde sería, un maestro que gobernaría a nuestra nación.

A la par el nuevo currículo nacional ya no era solo “diseño” continuando los planes al 2021 nos vimos truncados por algo inesperado “una pandemia” del cual mientras sobrevivíamos a la convivencia oyendo cifras de víctimas en los medios, nos tuvimos que poner al día con la tecnología y persistir en el intento de avanzar en la educación.

La vida de un maestro me convenció de ser una de ellos. Ahora reconozco mi convicción, mi servicio a la comunidad, el desarrollo de la educación y la regeneración moral de nuestra patria con mi vocación. Y a pesar de todo lo que ello implica, me propongo a trabajar cada día por hacer diferente la vida de los que me tocan en el camino. Este año me voy a las lejanías de mi Perú, por esos niños y adolescentes de las alturas en las zonas rurales que esperan por maestros como tú y yo.

***

Ahora desciendes apresurada, camino a la escuela. Tus alumnos te miran venir y algunos corren a saludarte. Así vas maestra a cuestas todas las mañanas sin descanso a tus días de enseñanza; mientras yo quien toma el volante, quien fue también un maestro en su juventud, he imaginado tu vida que me has retratado un poquito en cada viaje. Siendo hoy apenas el chofer de esta combi que ha contado muchas vidas.



EL DIOS PUMA

Cuento presentado al I Concuro de Cuentos, Poesía, Ensayo organizado por el Colegio de Profesores del Perú 2022


Dany Galu Vargas Chávez

distrito de Santiago -Cusco


Hace mucho, mucho tiempo atrás existía un puma grande que se paseaba por todos lados y que era adorado por los hombres que habitaban el Valle Sagrado. Este puma vivía un poco triste y a la vez estresado por tantas peleas que existía entre los pueblos de sus dominios. Ellos no entendían que, al pelearse entre sí, lastimaban el espíritu del dios Puma. Un buen día, el gran Puma, decidió dar una lección a todos sus hijos para que estos reflexionen acerca de sus actos y ya no se estén peleando más; así que se fue muy lejos, donde ningún hombre pudiera encontrarlo.

Pronto los pobladores notaron que el gran Puma no se encontraba por ninguna parte y empezaron rápidamente con la búsqueda. Primero por toda la ciudad del majestuoso Qosqo (Cusco) y luego a lo largo y ancho del gran Tahuantinsuyu, pero no lo encontraban por ninguna parte. Buscaron por las montañas, los valles, la selva y la costa, mas no había rastros del Puma.

Los hombres estaban cansados de tanto caminar y caminar. Pronto iniciaron las discusiones y, por lo tanto, nuevamente las peleas. Esta vez por la desaparición del gran Puma. Algunos empezaron a echar la culpa a los pueblos que siempre estaban peleando por causa de terrenos para sus cultivos y otros porque no trabajaban adecuadamente en los aynis y las mink’as que convocaba el Inca.

Mientras todo esto ocurría, el dios Puma los veía desde muy lejos con mucha tristeza en su corazón. Las lágrimas se asomaron a sus ojos, y lloró con un profundo dolor.

Sus lágrimas cayeron a la tierra y dicen que, a causa de este llanto, se formaron las lagunas de Piuray y Huaypo. Los hombres observaron con asombro cómo toda aquella agua que caída del cielo se empozaba en las pampas del distrito Chinchero y más aún, lo que todavía no lograban entender, era que toda esa agua provenía de los ojos del gran Puma.

De pronto se hizo un silencio en todo el Valle Sagrado y se escuchó un estruendo poderoso en las alturas del gran nevado Chicón. Era la voz del dios Puma que, cansado de tantas disputas alzó su voz desde el lugar donde estaba y les dijo:

– Hijos míos, por favor dejen de pelear, porque me están haciendo mucho daño, no es posible que ustedes vivan así, todos son hermanos y hermanas, son una sola familia. Me siento muy triste por todo lo que están haciendo y si continúan así, me iré para siempre, para nunca más volver y no habrá quién los proteja de todos sus enemigos.

Todos los hombres escucharon atentamente aquella misteriosa voz, pero no supieron de dónde provenía y tampoco entendieron que pertenecía al gran Puma. Ellos estaban completamente sorprendidos con lo acontecido y se asustaron demasiado, mas esto no les duro mucho y nuevamente se enfrascaron en discusiones y peleas entre ellos y ahora hiriéndose terriblemente. Así continuaban en la lucha, cuando de pronto se escuchó nuevamente el estruendo poderoso seguido de la voz del gran dios Puma, esta vez su tono era bastante enérgico y amenazante:

– ¡Hijos míos! ¿qué tengo que hacer para que entiendan que no deben pelear entre ustedes? ¡si continúan así, ya no seré más su dios y no regresaré nunca a vuestro lado! -

Esta vez los hombres se dieron cuenta de que la voz misteriosa pertenecía al gran Puma y todos le hicieron caso. Dejaron de pelear entre ellos, porque se dieron cuenta de que estaban haciendo mal y solo lograban enojar aún más a su dios. Los pueblos entraron en razón y poco a poco reinó la paz entre ellos.

Luego de un largo tiempo, cuando las comunidades vivían en armonía y la primera luna del mes de junio brillaba en el firmamento oscuro del cielo andino, un viento sereno soplaba entre los valles que luego se tornó en un remolino gigantesco en medio de la pampa del Saqsayhuamán. Este torbellino destellaba un color rojo intenso que dificultaba la visión de los hombres. Del interior de aquella luz incandescente, salió el gran dios Puma muy majestuoso y orgulloso, caminando directamente hacia ellos para luego dirigirse a su trono que estaba ubicado en la parte más alta de la explanada. Una vez allí se sentó en su estrado, que estaba construido sobre una roca inmensa y todos los hombres empezaron a rodearlo y a mirarlo con mucha curiosidad. Éstos, al estar seguros de que aquel ser era el gran dios Puma, empezaron a danzar y a dar gritos de felicidad. Todos los hombres estaban contentos con el regreso del gran Puma y desde ese día no hubo más peleas entre los pueblos. Todos empezaron una nueva vida, aprendieron de sus errores y entendieron que la unión hace la fuerza, y que separados no lograrían absolutamente nada.



OFFSIDE 65

Cuento presentado al I Concuro de Cuentos, Poesía, Ensayo organizado por el Colegio de Profesores del Perú 2022


Calderon Lipa, Harry Eloy

SICUANI / CANCHIS / CUSCO


Los días pasaban, y nadie se atrevía a hablar del tema; el asunto flotaba por el aire, pero nadie quería respirarlo.

Era lunes 28 de mayo del 2018, el sol de mediodía se mostraba en un cielo serrano completamente despejado. Faltaban solo 12 minutos para que el personal operativo de la Institución Educativa secundaria Inmaculada Concepción encienda la sirena, y este sonido daría fin a la jornada escolar del primer turno.

Los docentes de la segunda jornada, o como todos llaman, “turno de la tarde”, empezaron a llegar, registraban la hora en la que llegaron, en un aparato pegado en la pared, y con el pasar de los minutos el resto del personal iba llegando con mayor rapidez, algunos con la frente reflejante y la respiración agitada. Pero todos, luego de pasar los ojos por aquella máquina, hacían un evidente cambio de ritmo en sus movimientos. Luego de pasar por aquella situación, el docente, cualquiera que sea, se aproxima a otro que llegó antes que él, o a un grupo con la misma condición. Todos esperando el sonar de aquella sirena a las 12 horas con 50 minutos, siempre puntual, siempre exacto, de lunes a viernes.

La espera obligaba a los maestros a dibujar una sonrisa en el rostro, y repetir diálogos de la jornada anterior. Ninguno es de la misma edad, pero todos expresan en sus rostros alegría y cansancio, una mescla peligrosa originada por la rutina y la costumbre.

Algunos docentes miraron de reojo la llegada del colega de 65 años cumplidos justo una semana antes, 35 años de trabajo, dedicados a la educación de nuestro país, todos los que optamos por una vida en el magisterio, sabemos lo que significa para un docente llegar a esa edad.

Junto al asesor del área de letras, planeamos realizar una despedida a este docente cuya labor llegaría a su fin en 3 días más. No hubo un docente de la especialidad que negase su participación, pero a nadie le gustaba hablar del tema; me incluyo.

- Imagínate, cada día al despertar, alistas aquel maletín, que lleva dentro toda la experiencia de más de 30 años, sales de la casa a la misma hora, todos los días de lunes a viernes, durante más de la mitad de tu vida, y llega el momento en que ya no lo harás más, nunca más...

Comentó un colega del trabajo, cuando muy delicadamente tocamos el tema. Posiblemente todos los docentes que llegan a esa edad en el ambiente del magisterio, es porque realmente le apasiona la enseñanza, o cree que no es capaz de realizar otra actividad, o no pudo contra la rutina; que inició en este trabajo de manera temporal, le fue gustando y al final se quedó hasta que lo tengan que cesar a los 65 años.

- Siento que las fuerzas y el cuerpo aun me dan para algunos años más.

Me confesó aquel colega unas semanas antes. Me pregunto, ¿con qué ánimo entra un docente a su aula, sabiendo que será el último día que verá a esos pequeños ciudadanos que reflejan en sus ojos el mismo cariño de un hijo a su padre?

Me quedé sentado en una baqueta ubicada al sur de la institución, prefiero siempre estar solo, miré el celular y marcaba las 12 con 39, busqué en aquel desorden dentro del maletín, un libro que, minutos antes, encontré en la biblioteca olvidada de mi hermana, “Tungsteno” de Cesar Vallejo, el mismo que mi padre me hizo leer cuando niño, aún estaba forrado con aquel plástico antiguo y decolorado, contaba con unos 10 minutos antes de entrar al aula, y si nadie interrumpía mi lectura, sería muy productiva y provechosa; no sé porque hago eso, si siempre alguien interrumpe. Leí no más de una página y la sirena con su cántico uniforme y monótono anunció el fin de mi lectura. El bullicio que hacían al salir los estudiantes del primer turno, y el de los alumnos del segundo turno al entrar, obliga a mirar lo que ocurre.

- ¡Tungsteno!

Dijo, aquel docente de 65 años, mientras posaba su cuerpo en la misma banqueta en la que yo estaba sentado.

Dirigí la mirada hacia él, completamente extrañado, saludé por costumbre, y mostrando la tapa del libro asentí. Vi como sus ojos se perdían entre el desorden y la bulla de los estudiantes, una mirada serena casi triste, acompañaba su meditar, y de pronto, sin distraer su mirada me comentó.

- ¿Sabes? Ya no vendré desde mañana, hoy es mi último día. Me quedé sorprendido, si aún le quedaban algunos días, ¿por qué ya no asistirá más? no supe que comentar al respecto. El tema del cese es muy delicado. Y yo siendo en ese momento uno de los más jóvenes del personal, mi comentario podría sonar sarcástico; él continuó.

- Yo sé que todos me miran con cierta lástima, pero nadie quiere hablar del tema; estoy seguro que tú también, pero no es tan malo... creo. Antes, quería más tiempo para mí, y ahora simplemente, no quiero tener que irme del colegio.

Tras decir esas palabras, agachó la cabeza, y con su mirada perdida en el suelo, la voz se le hizo de un tono más agudo y optó por callar.

Apretó los ojos, respiró profundamente, se levantó del asiento y empezó a caminar por última vez hacia la puerta de salida. Justo antes de salir, volvió su rostro para encontrarme sentado, perplejo, y en silencio; sentado en la misma banqueta en la que hoy, después de tanto tiempo, recuerdo aquel instante.

Ya no volví a saber de él. Ya nadie comenta nada, como si nunca hubiera existido un docente con aquel nombre en esta institución, quedó olvidado. Lo dejaron “fuera del juego”, más de 30 años de labor y lo olvidaron en menos de 30 días.



Discusión en el salón

Cuento presentado al I Concuro de Cuentos, Poesía, Ensayo organizado por el Colegio de Profesores del Perú 2022


Roberto Fernando López León

Cusco


El bullicio de las carpetas siendo atropelladas por las carreras de los estudiantes y los golpes hacia las puertas dan inicio a la despedida de la labor escolar del día, este clamor nos acompaña hasta el portón del colegio, aula a aula, salón a salón abandonan sus quehaceres para dar descanso a nuestros amigos incógnitos y dar paso a la labor de limpieza de Don Bacon, el viejo guardián del colegio, tiene muchos años laborando en la institución, pero parece que no será así hoy, el anciano percibe algo, ¿Qué está pasando?, se pregunta, que raro a esta hora ya no hay nadie, parece que siguen en un debate, están en una discusión, se habrán quedado algunos alumnos con algún profesor haciendo alguna tarea en aquel salón, son las dudas del

servidor, ¡está preocupado!, asoma su cansado oído a la puerta entreabierta del aula y escucha un diálogo muy fluido entre varios protagonistas, algunos con más pesar que otro.

Una participante con voz ronca dice que está cansada que los estudiantes la maltraten, escriban sobre su tablero, que le peguen chicles, figuritas, la tiren al piso como cualquier cosa e inclusive soporta malos olores sin importarles que les doy la comodidad para sentarse y aprender, cada día doy todo de mí para hacerlos sentir bien, que su confort es importante y estoy para ayudarles. ¡Ay amiga!, la interrumpen, no te quejes que tu suerte no es más infame que la mía, dijo otra interlocutora, yo soporto escupitajos, papeles, reciclo lo que votan al piso, me tratan como el peor recipiente sucio e insignificante, es un tormento cada día ser humillada por quienes deberían valorar mi preocupación de mantener un ambiente limpio y adecuado para que no sean atacados por las enfermedades y la peligrosa suciedad.

Es verdad queridas amigas, acoto una pálida señora, a mí también me utilizan a diario, letras, números, figuras, rectas, mapas y muchas otras estrategias didácticas son inscritos en mi blanca y rectangular superficie, sin un gracias por mi esfuerzo, pero eso no es lo malo, al contrario, ¡Eso me hace feliz!, porque con mi labor ilustro y acompaño las explicaciones. Lo que me irrita es mi mal manejo, cuando me ensucian o dibujan cosas inadecuadas e inoportunas, o

cuando no me limpian después de usar y soy golpeada por bolas de papel como si quisieran lincharme siendo inocente, ¡es absurdo!

Que mal es un amor que no es correspondido, se escuchó decir, así como ustedes tengo que callar mi sufrimiento, soy de labor silenciosa, siempre estoy pendiente que mis coloridos, pequeños e inquietos compañeros no se equivoquen en la escritura y mantener limpia su blanca estructura señora mía, con mi pechito y barriguita, tramo a tramo, de lado a lado, de arriba abajo, voy dejando atrás las enseñanzas, aunque con beneplácito les digo, no soy de alabanzas, aportó cómodo el caballero.

Así como los anteriores, otros expusieron sus puntos ante la asamblea, uno a uno, a veces interrumpiendo a otro, muchos personajes van comentando sus quehaceres, opiniones y dan en algunos casos recomendaciones. ¿Cómo parar esto?, parece que no habrá descanso ni consenso, sin duda este parlamento que se pronuncia con lamento, tiene mucho de acierto.

Hola, hola, un despeinado sujeto está llamando la atención, creo que quiere decir algo, la doctora hace un alto, ¡silencio!, ¡silencio!, alguien quiere hablar, como dueña de un gran respeto, pues creo que imparte la norma, es escuchada por el resto, prosiga joven con su participación, gracias dijo el greñudo, escuché la conversación, me siento orgulloso de estar junto a un grupo selecto de patriotas, así como ustedes cuento con obligaciones, sé que mi apariencia les llama la atención, quizás me merezca algunos prejuicios, pero no es porque ande de pelotero o venga de una fiesta, no es así señores, soy un compañero vuestro en la incansable lucha contra la ignorancia, si me permiten les explico, en mi se concentran conocimientos, temas que día a día los estudiantes trabajan, leen, repasan y desarrollan actividades que complementan sus aprendizajes. Debo actualizar mi información y mi metodología, para que los aprendices puedan disfrutar de lo que les ofrezco, soy consultado muy seguido, y cuando mi uso ya no es requerido, soy reciclado con la apariencia de un acordeón mal herido. Ustedes y yo hacemos una labor muy importante, somos héroes anónimos, que sin esperar nada a cambio

diariamente damos todo de nosotros, aunque el tiempo y el desgaste nos consuman, somos lo suficientemente fuertes para vencer las adversidades y persistir ante la amenaza del olvido.

Con la mirada fija en el ponente nuestros amigos están sorprendidos, el nuevo ha captado su atención y prosigue: Dentro de estas paredes se desarrolla uno de los procesos más humanos, sublime e intelectual del que todo ser debe ser privilegiado y nosotros somos parte de esto, formamos seres humanos que van a ser capaces de decir no a la corrupción, la delincuencia y a la violencia.

Personas que trataran de vivir en paz, respeto y amor, forjadores de un mañana que busque el bien entre sus hermanos, se dan cuenta de lo que hacemos aquí, a pesar de las dificultades realizamos un gran trabajo, esto es lo más gratificante. ¡Bravo!, ¡bravo!, es lo más hermoso que he escuchado, gracias amigo por tus profundas palabras dice un golpeado, encajonado y amarronado personaje, seguido de aplausos de la asamblea. Después de llenarse y tonificarse de los halagos recibidos a su participación, nuestro amigo acomodándose su despeinada cabellera prosigue, aunque nadie nos diga algo amable y nunca recibamos un gracias o nos vemos mañana, somos importantes y hacemos el mejor trabajo del mundo, lamento tanto sufrimiento queridos compañeros, pero tengan en cuenta que muchos de aquellos niños que pasaron por aquí, hoy pasan por la acera del frente convertidos en personas de bien, padres de familia más conscientes o profesionales honrados que dirán orgullosos gracias alma mater, por todo lo que me diste y lo que soy.

Así es mis queridos amigos vayan a descansar tranquilos que mañana tenemos un digno trabajo que hacer. Dicho eso, retornaron a sus lugares, unos con satisfacción y algunos sin poder concebir lo discutido anteriormente.

El señor Bacon apartándose de la puerta se dijo entre sí: nada ha sido en vano, sabía que mi vida tenía sentido y que siempre lo tuvo, gracias Señor por haberme colocado en el camino correcto, tendré que apurarme, el día se va y uno grandioso vendrá, mañana estarán de nuevo mis niños, y apresurando su tambaleante paso, se alejó por el pasadizo, dejando atrás los temores al silencio.



LOS PICHONES HARAGANES

Cuento presentado al I Concuro de Cuentos, Poesía, Ensayo organizado por el Colegio de Profesores del Perú 2022


Jessica Berenice Paz Zeballos

Cusco


Era un árbol grueso, alto como ninguno, protegía en su tronco a muchas aves y a sus nidos.

Vivían en él, una familia de pájaros con sus tres pichones recién nacidos: Pepe, Jhon y Carlos.

La madre procuraba buscar las mejores lombrices para ellos. El padre después de proteger el nido, también salía a buscar el alimento.

Pasaba el tiempo y los tres pichones crecían. El padre insistía en que ya era hora de que aprendan a volar, y a buscar su propio alimento. Pero ellos se excusaban, diciendo que estaban débiles.

La madre como siempre engreidora, los sobreprotegía en demasía. Los disculpaba, diciendo a su esposo, que un mejor tiempo llegaría para que vuelen los pichones.

En una semana más, estaremos listos para volar – argumentaban los pichones.

Estando por vencerse el plazo, sea por la ociosidad más que por el miedo a volar, urdieron el siguiente plan:

- Pepe: Hermanos, yo no quiero volar, aquí estoy bien calientito. Si salgo me puedo resfriar.

- Jhon: Yo tampoco quiero ir. Nuestra madre trae la mejor comida, y si ve que nosotros buscamos nuestra propia comida, ya no la traerá. Además ¡que flojera ir a buscar comida!

- Carlos: Al volar nos podemos caer y romper las alas. No vayamos, inventemos una excusa. ¡Ya sé! ¡Estamos enfermos!

Así, llegó el día. El padre se les acercó y les dijo: “Hijos ya es hora. Los pichones de nuestros vecinos, ya están volando. Sólo faltan ustedes”

Cumpliendo su plan, los pichones Pepe y Carlos dijeron estar enfermos, y que no tenían fuerzas para volar. Jhon dijo que él no iría sin sus hermanos. “O todos o nadie”

La madre preocupada los apoyó, diciendo: ¿para qué apurarlos?. Ya habrá tiempo para que aprendan. Miéntras estemos vivos los podemos proteger y alimentar.

El padre confundido, dijo: Lo mejor es que aprendan cuanto antes, algo nos puede suceder y ¿qué será de ellos?. Es por su bien.

- Esposo , dales un tiempo más.

A lo que el padre agregó:

Quedará bajo su propia responsabilidad si es que no aprenden. Y se fue a buscar alimento.

Los pichones haraganes se quedaron, dentro del nido ,muy contentos.

El plan había salido a la perfección. Lo que no planearon, es que la naturaleza podía estar en su contra.

Y sucedió que ….unos jóvenes vinieron al bosque de paseo, hicieron una fogata y al irse no la apagaron bien , y entonces empezó a incendiarse el bosque.

Los animales dieron la alarma: ”incendio en el bosque”, “huyan”

Los padres llegaron al nido. L a madre decía: “hijos tenemos que irnos, hay un incendio y el fuego ya está acercándose”

Los pichones, como siempre haraganes replicaron: “El árbol está muy alto, el fuego no llegará hasta acá”. No terminaron de hablar y de pronto el ruido de un árbol, cayéndose por el fuego, recién los asustó.

Entonces empezaron a llorar.

El padre dijo: No han aprendido a volar, así que ¿cómo los vamos a trasladar? No tenemos la fuerza suficiente para cargarlos. ¿Qué haremos?

Fue cuando recién se empezaron a echar la culpa entre ellos, confesando todo el plan, para n aprender a volar, todo por no perder su comodidad.

Los padres sorprendidos dijeron:

Nos han engañado, eso nos duele. Pero más nos duele, porque el daño es para ustedes. No saben volar ni buscar alimento.

Comprendiendo su error, los pichones pidieron disculpas.

Estaban lamentándose, cuando los pichones coincidieron en decir:

- Jhon: Padres, ¡sálvense! . Ustedes no tienen la culpa de nuestra holgazanería.

- Carlos: Sí, ¡sálvense!. El fuego pronto llegará. Váyanse, por favor. Ese será el castigo a nuestra cobardía.

- Pepe: Ustedes siempre nos dieron todo, nos sobreprotegieron. No es justo que se queden con nosotros. Por favor, sálvense.

Los padres conmovidos, empezaron a llorar, criar hijos y luego dejarlos a su suerte, no eran lo que hubieran querido, y menos ahora en medio de un incendio, condenándolos a morir. Dijeron:

¡Hijos, no los abandonaremos!

Todos se abrazaron , se pusieron a rezar, dispuestos a morir.

De pronto…un pájaro carpintero que oyó la conversación, se acercó conmovido y les dijo:

- No se preocupen ¡yo los llevaré!

Dirigiéndose a los padres, agregó: Vayan ustedes a buscar un lugar seguro. Yo trasladaré a sus pichones, junto con mi esposa.

Los padres agradecieron la gentileza del ave, pues estaba arriesgando su vida; el peso de los pichones los podría hacer caer al fuego.

Carlos, ahora más reflexivo intervino:

- Yo tengo gran parte de la culpa, por convencer a mis hermanos para no volar. Yo seré el último en ser trasladado.

Todos admiraron y felicitaron su proceder.

Así, uno a uno fueron llevados los pichones, felizmente sin ningún percance.

Ya a salvo, tanto los padres como los pichones, volvieron a agradecer a los pájaros carpinteros.

El padre dijo a sus pichones: “Es pero que ésta vez hayan aprendido la lección. La holgazanería no es buena”

La madre interrumpió diciendo: “Yo también te pido disculpas, los sobreprotegí, y esas son las consecuencias”

Los pichones prometieron no volver a holgazanear, y que, desde ese momento aprenderían a volar ya a buscar su propio alimento, y ya no ser una carga ´para sus padres.

Por ello, aprendamos lo que los pájaros carpinteros les dijeron al despedirse:

“Padres no sobreprotejan a sus hijos. Hijos no sean una carga para sus padres”

“Aprendan a volar ,

a levantar el vuelo solos,

No es fácil de hacer,

toma tiempo,

pues cuando uno

lo llega a hacer,

siente mucho placer,

pues una carga,

ya no volverá a ser”


Y repitiendo y repitiendo,

los pichones fueron aprendiendo,

su propio alimento fueron consiguiendo,

y volando de rama en rama fueron compitiendo,

así como prometiendo,

no más mentiras seguir diciendo,

y a sus padres seguir agradeciendo y obedeciendo.


Y todos cantando,

se fueron alejando,

volando siempre volando.

¿Sabes lo que cantaban?

Bueno, pues este estribillo,

lo que los padres les enseñaban,

a sus pichones que ya no holgazaneaban:

“No vueles tan bajo,

que un animal te puede cazar,

ni te ufanes de volar tan alto,

que te puedas marear.

y a un precipicio,

más rápido

vas a llegar”

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