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TACNA

Actualizado: 31 dic 2022


CREACIÓN

Fue fundado el 25 de junio de 1875, siendo creado como departamento mediante ley promulgada por el entonces, presidente del Perú, Manuel Pardo y Lavalle.

La ciudad de Tacna fue declarada Ciudad Heroica por el Congreso de la República del Perú el 21 de mayo de 1821 por sus servicios distinguidos a la causa de la Independencia.

PROVINCIAS


· Provincia de Tacna capital Tacna

· Provincia de Candarave capital Candarave

· Provincia de Jorge Basadre capital Locumba

· Provincia de Tarata capital Tarata

LUGARES TURÍSTICOS

1.- Catedral de Tacna (Catedral de Nuestra Señora del Rosario)

El principal templo de la ciudad de Tacna que se construyó desde 1875 hasta 1954 está ubicada en la Avenida San Martin. El templo presenta el estilo arquitectónico neorrenacentismo, es decir, que el templo presenta muchos estilos históricos de todo el siglo XIX, específicamente inspirados en modos clasicistas italianas.

2.- Paseo Cívico de Tacna

El lugar situado en el centro de la Ciudad Heroica, es un lugar de celebraciones cívicas durante todo el año. En el paseo se erige los monumentos al Almirante Miguel Grau y al coronel Francisco Bolognesi. El acto cívico más importante de todo el año es cada 28 de agosto, donde se celebra la reincorporación de Tacna a Perú tras los 50 años de estar bajo la administración de Chile.

3.- Petroglifos de Miculla

El lugar se encuentra a 26 km de la ciudad de Tacna, aproximadamente 3 horas de viaje, el lugar puede ser recorrido en unos 30 minutos o a más. En el lugar puedes apreciar lo dibujos y vestigios sobre animales, personas, cerámicas, semillas y caminar el puente colgante de 65 metros de largo.

4.- Arco Parabólico

El arco es un monumento en honor a los héroes de la Guerra del Pacífico, Ubicado en el centro cívico de la ciudad. El monumento mide 18 metros de altura y está construida a base de piedra cantería de color rosáceo. La lámpara votiva se sitúa a 4 metros del arco, el plato de bronce está decorado con espaldas y anclas que representa la acción de Bolognesi en la batalla y la de Grau en el combate


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5.- Mezquita Bab ul Islam

La mezquita construida por la Asociación Musulmana Pakistaní en el año 2000 está ubicada en la urbanización de Rosa Ara de la ciudad. Desde el enfoque arquitectónico tradicional es la única construcción islámica en Perú. Los pakistaníes llegaron a Perú en 1995 atraídos por la liberación del comercio de los automóviles usados con la Ley decretada en el gobierno de Alberto Fujimori. Desde ese entonces se acentuaron en la ciudad de Tacna.

6.- Iglesia Espíritu Santo

El templo ubicado en la avenida Bolognesi número 1202 es una iglesia tradicional de estilo neoclásico donde se celebran las misas de forma participativa, administrada por los franciscanos, éste es uno de los detalles para que la iglesia un templo sencillo y acogedor. La torre y la fachada son de piedra.

7.- Museo Ferroviario Nacional

El museo está ubicado en la avenida 2 de Mayo (Estación de Tacna). El museo enfocado en los restos del ferroviario conserva el 90% de piezas originales de la actividad del ferrocarril de Tacna- Arica. Además existen muestras de fotografías de Tacna y Arica de 1929. Los principales salones del museo son: el salón histórico documental, el salón de Perú, el salón Filatélico, salón Tacna y Arica, el salón Are de Fundición de Hornas y el salón del área de Máquinas. El museo narra a través de las piezas, artículos periodísticos y fotografías y proceso histórico del ferrocarril de Tacna y Arica.

8.- Complejo Monumental Alta de la Alianza

Situado a 8 kilómetros de la ciudad de Tacna, al noreste de Cerro Intioko, lugar donde ocurrió la batalla de Alto Alianza el 26 de mayo de 1880. En la zona se erigen 8 esculturas de acero inoxidable que resumen acciones de la historia de Tacna. La primera escultura es "El despertar de la patria", la segunda "La herencia del patriotismo", la tercera "La decisión del honor", la cuarta "La inmolación", la quinta y sexta "Los pueblos indómitos", la séptima "El retorno a la patria" y la octava se denomina "La patria".

9.- Casa Zela

El museo de Zela se ubica en la calle Zela 542 de la ciudad de Tacna. En este lugar se muestra las piezas de cerámica, textiles, obras de metal, madera y herramientas de la pesca prehispánicas. Históricamente el 20 de junio de 1811 se gestó la independencia de Perú en esta casa, bajo el mando de Francisco Antonio de Zela.

10.- Museo de Sitio Las Peañas

El museo está ubicado en la avenida Jorge Basadre Grohmann en el distrito de Pocollay, Tacna. En el museo se exponen las 60 tumbas que pertenecen al siglo XI, además exhibe la colección de piezas arqueológicas que se remontan hasta el año 8000 antes de Cristo. Los restos hallados en las tumbas son tejidos, herramientas de agricultura, alimentos de la zona y entre otros elementos que representan los rituales del entierro.

11.- Museo Vagón Pullman 1921

Está ubicado cerca a la Pileta del paseo de las aguas. El vagón Pullman de 1921 expone los cuadros, mesas, sillas, cama, sillones, lava vajillas y utensilios de la época que eran usados por los ocupantes del vagón.

12.- La Casa Museo Basadre

El museo ubicado en la avenida San Martín 212 muestra la colección del historiador tacneño, los manuscritos y su biblioteca. El edificio presenta un estilo republicano que está construido a base de adobe y quincha.

13.- Alameda de Bolognesi

La alameda construida en 1840 que abarca 20 cuadras es considerada como una de las plazas más hermosas y románticas de la ciudad. En el lugar destacan la estatua de Cristóbal Colón, los jardines y las palmeras. Está ubicada en la avenida Bolognesi, una de las avenidas más concurridas y comerciales de la ciudad Heroica.

14.- Parque Locomotora

El parque ubicado en la avenida Grau alberga a un conjunto de locomotoras número tres modelo 1859 que se construyó en Pennsylvania y trasladó el ejército peruano a defender el Morro de Arica durante la Guerra contra Chile de 1879. Según los datos históricos la locomotora dejó de operar en 1940, luego años más tarde (en 1977) fue arreglada y trasladada a la av. Grau.

DANZAS


Danza autóctona de la región de Tacna en la Provincia de Candarave, es un de las pocas

dazas que se mantienen.

Se baila en el distrito de Cairani, provincia de Candarave. Esta se danza se realiza en las fiestas patronales, en los huañusis, en los días de riego, en el pastoreo, en los días de laqueo o días de riego en los relimpios de los canales.

Las damas llevan sus herramientas de trabajo como la sequeña y palo delgado de aproximadamente de dos metros con terminación en punta, utilizado para regar, laquear los majuelos con el fin de no maltratar a las raíces jóvenes. Los varones utilizan una pala para regar y acomodar la tierra para que el agua pueda escurrir cómodamente.

Otra de las pocas danzas naturales de la región de Tacna es la Anata, que se baila solo en la Provincia de Candarave.

La anata es símbolo de culminación de los tan hermosos y coloridos carnavales que se

iniciaron el día Domingo con la Comparsa/Orquesta pasando luego en algunos pueblos

con la Tarkada y finalmente la Anata hace el cierre de los carnavales.

Esta danza se practica en los pueblos de Quilahuani, Huanuara, Cairani.

Esta Danza es de Tarata, consta de una vestimenta colorida. Los instrumentos musicales son principalmente la quena y la guitarra. Tiene las siguientes características:

Es tradicional, porque se aprecia la transmisión de conocimientos, la transmisión de la memoria cultural de padres a hijos.

Es popular, porque siempre será una fiesta de participación colectiva, ya sea como espectador y mejor aún como partícipe.

Es plástico, nuestra comparsa cada año sufre modificaciones, pero hasta el momento no pierde su esencia, ya sea en el ritmo de la danza o en el mensaje.

Tiene función social, nuestro carnaval es un momento de desfogue permitido por la sociedad quien da permiso para poder cantar, beber, bailar, insultar, reclamar y aparte de ello como fiesta es un dinamizador de la economía.

DANZA SARTASI DE CAIRANI

Danza sartasi, matrimonio en prueba, se baila en distrito de Cairani. Esta danza se realiza en las fiestas patronales, en los huañusis, en los pastoreos, en los días de laqueos o riegos de los majuelos, en los limpiados de los canales. El final la actividad es con fiesta y donde termina con el enamoramiento para concluir en el matrimonio a prueba.

Los varones usan un pantalón negro y camisa blanca, sombrero de paño de negro y ojotas, chulpa para guardar su comida o herramientas. En la danza utilizan las dos herramientas, la lampa que lleva el varón para el regadío de los majuelos y la sequeña (palo con punta) que lleva la mujer para tener un mejor regadío y no perder las plantas de majuelo con el regadío.

Estampa que recrea el recojo de peras entre los meses de enero, febrero y marzo. Esta actividad se desarrolla en el pueblo de Chucatamani, provincia de Tarata. El dueño de la chacra conjuntamente con los recogedores (varones) y las mujeres con canastos en mano se dirigen a los perales para realizar la faena agrícola. Todos con armonía y regocijo proceden a la cosecha. Los varones recogen las peras de la mata y las mujeres reciben en sus mandiles para luego llenar los canastos y cajones de fruta para ser trasladado en burro hacia el pueblo. Finalmente, después de concluir el trabajo se da inicio al baile, primero con los dueños de la chacra, luego en parejas salen a compartir un momento de alegría por la cosecha de frutas al son de la música propia del lugar.

Es una danza de origen polaco. Dicho compás musical llegó a Tacna y se entrecruzó con el vals criollo peruano, para dar origen a la polka regional tacneña (que aportó una temática y sones locales). Producto de esa fusión nació la polca “Mi Tacna hermosa”. Es bailada a partir de la década de 1950, en reuniones sociales de salón, en la ciudad de Tacna, cobrando furor en los meses de julio y agosto. La polka no es una danza de Tacna, es una estampa.

Mi Tacna hermosa sintetiza la esencia occidental del pueblo tacneño. Se comenzó a cantar a comienzos de la década de 1940. La letra es de Omar Zilbert Salas y la música pertenece a Eduardo Pérez Gamboa. Después se la ha adaptado como marcha: “Mi Tacna hermosa”.

EDUCACIÓN

En la ciudad de Tacna se encuentra la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann , la Universidad Privada de Tacna, la Universidad Alas Peruanas (Filial Tacna), Universidad Lationaméricana Cima y otras instituciones de educación superior que tienen oficinas de extensión como la Universidad Pedro Ruiz Gallo de Chiclayo, Universidad San Agustín de Arequipa y Universidad Nacional Mayor de San Marcos. También se encuentra el Instituto Superior Pedagógico José Jiménez Borja, el Instituto Superior Tecnológico Francisco de Paula González Vigil, e instituciones educativas como Santísima Niña María, Coronel Bolognesi, Champagnat, Corazón de María, Jorge Basadre Grohmann, Hermanos Barreto, José Rosa Ara, Gregorio Albarracín, Francisco Antonio de Zela, Nuestros Héroes de la Guerra del Pacífico. Entre las instituciones educativas privadas más representativas están: Santa Ana, Cristo Rey, San Agustín y Alexander Von Humboldt.

L I T E R A T U R A

LEYENDAS

LA LEYENDA DE LOS VILCA

Del blog de Unknown: Mitos y leyendas de Tacna

Eran los tiempos del cacicazgo en Tacna. Reinaba la tranquilidad y el sosiego. El Imperio de los Incas, en base a trabajo alcanzaba su expansión paulatina.

En aquel entonces, el cacique de las benignas tierras tacneñas era Apu Vilca, un hombre de carácter decidido y resuelto de quien no se podía esperar ningún perdón. Apu Vilca tenía una descendencia numerosa. Sus primeros 13 hijos, fueron por coincidencia varones. Una hija cerró tal atavismo en la familia Vilca. Ella fue la última y su padre la llamaba simplemente “Vilca”. Era su adoración. Desde niña, Vilca fue muy bella, obediente y laboriosa. Cuando lleg´a la adolescencia, su padre la consagró al culto del Sol, integrándose al grupo de las acllas, jóvenes hermosas y de encantadoras voces que rendían permanentemente culto al dios.

Ante la llegada de Pachacútec al valle de Tacna, con el objetivo de expandir su imperio, Apu Vilca organizo los preparativos para la recepción del ejército imperial y alistó, para que se sumara a él, un contingente de jóvenes y fuertes muchachos. Desde la entrada deslumbrante de los visitantes, comenzaron los festejos de bienvenida. Durante estos acontecimientos, el jefe Huacca demostró su interés por la hija de Apu Vilca, pero paradójicamente la hermosa Vilca respondía con reciprocidad las galanterías de otro audaz mozuelo, quien era un simple guerrero.

Apu Vilca consciente del interés del jefe Huacca por su querida Vilca, decidió dársela en regalo, pero cuando su hija se enteró, ésta se negó rotundamente a aceptar y entre llantos y lamentos, contó a su padre que estaba enamorada del guerrero Sonocco.

Su padre, lleno de ira, ordenó llamar a Sonocco para que rechazara a su hija, pero Vilca advirtió la maniobra y, llevada por el rencor, trató de huir. Lamentablemente su padre, motivado por la ira, mandó a encerrar a Vilca en una de las nacientes del valle.

Con el llanto de la princesa los cerros se conmovieron y se arrugaron, y por las grietas del sol, Vilca pudo escapar por un forado, trepando a la cumbre del cerro Callata, en el noreste de Tacna. Desesperada por amor, se lanzó desde allí, cayendo con los brazos abiertos y formando con su cuerpo una cruz en la tierra. La Madre Tierra se entristeció, y queriendo prolongar la vida de la joven, la convirtió en un árbol hasta entonces desconocido, al que los lugareños llamaron “Vilca”. Con el tiempo, las aguas que riegan Tacna se encargaron de diseminar las semillas que produjo la primera vilca por todo el valle, recordando en cada una de ellas el espíritu indómito de la princesa tacneña que prefirió morir a vivir sojuzgada


C U E N T O S

.MIGUEL ÁNGEL FLORES CÉSPEDES

DISTRITO GREGORIO ALBARRACÍN – TACNA.


EL GRAN FEROZ...

(Cuento presentado al I Concurso dde Cuentos, Poesías y Ensayos pedagógico organizado por e Coegio fde Profesores del Perú 2022)

Fue el “Loquillo” Juani quien lo vio. Era el final de las vacaciones, habíamos terminado uno de esos ardorosos e interminables partidos de fulbito junto al río, cuando lo vimos. Bajo las agitadas aguas del Caplina, luchaba desesperadamente por salir. Corriendo varios metros, en medio de gritos destemplados, desmedidos y hasta groseros, lo arrancamos de su destino

incorporándolo al nuestro, mientras el pobre se estremecía, se agitaba temblando y sacudiéndose el agua. Aún recuerdo el miedo que él sentía, y no era para menos: iba a morir irremediablemente ahogado. Una vez en el barrio, no paró de llorar durante la primera media hora; ni la comida ni las caricias le consolaban.

Era flacucho, delicado, insolente y orejudo. Y, además chusco, pues pertenecía a esa raza incierta e imprecisa de la familia perruna del barrio. Así tuvimos un perro que fue de todos. Como la pelota, el amor primero de nuestra infancia.

Entusiasta y febril resultó la tarea de construir su casita: tablas, serrucho, martillo y clavos; hasta nos atrevimos, venciendo la timidez y la vergüenza, pedirle el metro a María, la costurera oficial del barrio, en secreto la llamábamos “La Solterona”, la misma que envejeció educando a sus hermanos y que fue como la segunda madre de todos nosotros: los palomillas del Mercado Viejo, nuestros padres la llamaban “La Recova”, pues era el más antiguo de la ciudad. Sobre el

dintel de la casita, a la que pintamos de blanco y azul, como los colores de nuestro Alianza Lima de toda la vida, escribimos su nombre: “Feroz”. Nadie lo discutió ni propuso otro y se llamó Feroz, nomás. Hicimos un pacto entre toda la collera, la mancha: turnarnos para llevarle comida, jamás le faltaría un hueso y un pan.

Y se hizo depositario de todo el afecto y ternura que teníamos para darlo sin medidas. Al nombrarlo arrugaba su hocico, abría los ojos, corría contorneándose y doblándose frente a nosotros, dando agudos ladridos. Durante aquellos primeros días se había dedicado a atisbar por la pequeña puertita de su nuevo hogar aquel mundo nuevo, al inicio con una sensación de desagrado,

desconfianza y temor. Recién al sexto día pudo responder a todas nuestras muestras de cariño, afecto. Los días lo encontraban feliz y desinhibido; nuestro afecto y apego, con el correr de los días, se convertía en exagerado. Si nos tocaba jugar un partido de fútbol lejos, fuera de nuestros dominios, lo llevábamos oculto en el micro, diciéndole:

- Si ves un gato, no hagas problemas...no vayas a ladrar, Feroz.

Cuando el cobrador, que siempre era un muchacho flaco y serio, miraba hacia delante o conversaba con el gordo “Pelo duro”, el chofer, le permitíamos observar a través de las ventanillas. ¡Era un lío cuando imprevistamente se ponía a ladrar! Lo ocultábamos de inmediato, presurosos y con temor... nuestros ojos, desesperadamente, se dirigían a nuestro hombre orquesta:

- ¡Oye Chevo, has de perro...¡, decíamos agitados y nerviosos. Y Chevo, flaco y atrevido, ladraba mientras el cobrador y aún el conductor, nos miraban dudando; temiendo nosotros que se acercaran y nuestro Feroz terminara, irremediablemente, lanzado por una ventana, considerando la fobia que les tenían a los perros y, sobre todo, si era una mascota aliancista, pues colgaba de su pecho la insignia del mejor equipo del mundo. Al retorno ya no había problemas: siempre regresábamos a pie. La propina para pagar el regreso en el carro era lo último en gastarse en aquella deliciosa melcocha de la infancia. Cantando mientras saltábamos las acequias de los callejones tacneños, soñábamos que formábamos un equipo de fútbol profesional y como tal teníamos nuestra mascota: con Feroz saldríamos retratados en todos los diarios deportivos.

Pero la vida es la vida, con sus cosas buenas y malas, como decían nuestros padres. Una aciaga mañana de junio, mientras sobre la ciudad caía una tenue garúa, el “Loquillo” Juani llegó sobresaltado y angustiado: ¡Feroz estaba rígido junto a su casita!

¡Qué difícil es contarles lo que sentimos! Nuestras lágrimas se asociaron a la llovizna que caía pertinaz sobre nuestros infantiles e ingenuos rostros. ¿¡Quién fue!?¿¡Quién fue!?, Nos preguntábamos... Calincho sostuvo que, probablemente, los chicos de la calle Paillardelli, nuestro barrio «enemigo» de batallas futbolísticas, lo habían envenenado. Jamás lo supimos.

Ya no fue, esta vez, aquella tarea ruidosa y alegre de construir la casita.

Silenciosamente cavamos un hoyo al lado de nuestra canchita. Esa tarde sentí la misma angustia y tristeza de aquella ocasión en que nos desalojaron de la casa donde vivíamos en el barrio del Alto de Lima porque, al ser despedido mi papá de su trabajo, no pudimos pagar el alquiler. Del pequeño jardín de su casa, Memo trajo claveles blancos y, colocándolos suavemente sobre la pequeña tumba, exclamó:

- Descansa en paz, Feroz...

Bajo el empedrado de aquellas calles de nuestro barrio de la infancia, sobre la que se deslizó nuestra niñez despreocupada y feliz, desapareció para siempre el amigo fiel que nos acompañó un trayecto en el camino de la vida, al que le brindamos nuestra comida, nuestros afecto y cuidados y con quien compartimos ilusiones que, por causa del destino o los misterios que tiene nuestra existencia, no se cumplieron. Extrañamente, para muchos que no conocen la razón, aún conservo la gastada y sucia insignia que colgaba del pecho de Feroz, el día que lo enterramos.

Un maestro para recordar

(Cuento presentado al I Concurso dde Cuentos, Poesías y Ensayos pedagógico organizado por e Coegio fde Profesores del Perú 2022)

Marisa Luz Mamani Pinto

Tacna


Hoy es un día menos de mi último año en la secundaria, tomo el bus y siempre coincido con mi amigo “el pulgas”, apelativo que le puso el tutor, el profesor de educación física, porque era muy inquieto y no lograba concentrarse, por eso José Santos era “el pulgas”, un joven gracioso, siempre con una sonrisa y sus bromas para alegrar nuestra vida escolar.

José creía que no podía asumir responsabilidades y que su futuro era incierto porque nadie confiaba en él. Pero alguien no pensaba eso y tal vez quiso derribar ese mito, ese era nuestro tutor, él dijo:

- Jóvenes, este año, somos promoción, ¡Palmas, por favor! - Todos aplaudieron con poco entusiasmo y el maestro continuó:

- Por eso, debemos distinguirnos y dejar huella en este colegio, que todos digan, ¡Allí está la promoción 2007! ¿Qué creen podemos hacer para sobresalir entre todos? -

Todos hablaban a la vez, pero se lograba oír: ¡una fiesta!, ¡casacas!, ¡una feria!, ¡concursos!

El delegado levantó la mano y tomó la palabra:

-Profesor, creo que debemos empezar por una casaca que nos identifique como la promo 2007

Todos aprobaron la idea y un interminable Siiiiiiii y los aplausos respectivos, se oyeron.

Cuando todos se concentraron en el silencio del tutor, lo escuchamos:

- Bien muchachos, empezaremos por la casaca, hablaré con sus padres y acordaré con ellos una cuota, por eso necesitamos estar organizados, y debemos contar con un encargado de recolectar la cuota -

Todos nos mirábamos mientras pensábamos en el compañero ideal para este cargo porque era una gran responsabilidad. El maestro interrumpió nuestros pensamientos y murmullos:

- Yo creo que quien podrá tener a cargo la recaudación del dinero es... Santos, José Santos –

Algunos se asombraron, otros quedaron mudos y un débil -¿Qué?- se llegó a escuchar, pero nadie se atrevió a contradecir al maestro.

Luego, en el recreo, los amigos conversamos con “el pulgas”, él se sentía inseguro pero a la vez importante por tener esa responsabilidad y con tono burlón comentó:

- Ese profe, ¿no me habrá confundido con José Roque? jajaja -Nuestro tutor, el Prof. Luis, era chévere, relajado, divertido y muy organizado. Y ahora que lo pienso más, siempre sacaba lo mejor de nosotros, por eso eligió a José Santos como el tesorero de la promo.

Luego de la aprobación de los padres, José se organizó para recoger la cuota, improvisó un monedero, en realidad era una media de color verde que amarraba y desamarraba cada vez que recibía el dinero de los compañeros, además, llevaba consigo una lista, donde anotaba las entregas, era un papel un poco arrugado y con una y otra mancha que no abandonaba ni para comer.

Faltaban una hora para que termine este lunes del mes de mayo, de pronto José, buscó su monedero, es decir la media verde, y grande fue su sorpresa porque no lo encontró:

- Chicos, no está el dinero, se ha perdido, me lo han robado. –La chata, dijo: - tal vez no lo trajiste de casa.

José, moviendo la cabeza, de un lado hacia el otro, dijo: - si lo traje, hoy hice el recuento del dinero con el tutor. Se le llenaron los ojos de lágrimas y murmuraba que era un tonto por no haber cuidado el dinero.

Avisamos al tutor y él, al Director. Al poco rato, llegó la policía. Después que el tutor trató de persuadirnos para que dijéramos la verdad e indicarnos que si alguien sabía algo, se convertía en cómplice, intervino el policía.

- Jóvenes, buenas tardes, es una pena lo que está sucediendo en la escuela y sobre todo en este salón; ustedes vienen a estudiar y hacer grande esta patria. En vista que no se encuentra el culpable tendrá que tratar con usted – señalando con su dedo al Tutor.

Todos nos asustamos y nos preguntábamos – ¿acaso él robo el dinero?, ¿qué le pasa al policía?

El policía continuó:

- Usted está a cargo de los jóvenes ¿verdad? -

El profesor asintió con la cabeza.

- Entonces, vamos a la comisaría, necesito su declaración.

El murmullo se hizo más fuerte, no queríamos que nuestro tutor vaya preso, era injusto.

Salimos de las aulas muy molestos y desconcertados y mirándonos unos a otros,

como si con las miradas pudieramos encontrar al culpable.

Al día siguiente, algunos padres hablaron con el Director y reclamaron sobre el

Profesor y el por qué le hubía dado la responsabilidad del dinero a un estudiante,

además, pidieron que apareciera el dinero y una sanción para nuestro Tutor.

El resto de la semana fue de incertidumbre, el dinero no se encontró y el maestro

no apareció.

A la semana siguiente, Santos, entró corriendo al aula, gritando:

- ¡El dinero apareció! ¡Mi media apareció! – Él estaba muy emocionado.

Detrás de él, ingresó el Maestro. Se sintió la alegría en el aula y los aplausos surgieron de forma espontánea.

- Jóvenes, debemos seguir con nuestros planes, ¡somos promoción! Y de las malas experiencias también aprendemos, recuerden que la honestidad y la valentía nos hacen mejores personas.

Nunca supimos quien cogió el dinero pero terminamos nuestro quinto de secundaria distinguiéndonos con unas hermosas casacas.

¡Ah! pero si nos enteramos de una carta que recibió el profesor de educación física, que trajo consigo la media verde del “Pulgas” y recuerdo que decía algo así: “...quisimos hacerle una broma al Pulgas, no pensamos que se iba hacer tan grande, tuvimos miedo que nos descubrieran, pero al ver que la policía y los padres lo estaban culpando a Ud., hemos decidido devolver la media de Santos, porque Ud. Maestro ha sido muy bueno con nosotros y es el mejor profesor que hemos tenido, entonces ahora, por Usted, devolvemos el dinero, discúlpenos profe...”



LA LUZ DE TUS OJOS

(Cuento presentado al I Concurso dde Cuentos, Poesías y Ensayos pedagógico organizado por e Coegio fde Profesores del Perú 2022)

Delma Luz Coloque Ninaja

TACNA


Te miro a escondiditas para que no te enojes. ¡Es que eres tan bonita, Valeka! Y no lo digo porque seas mi nieta; sino porque es la puritita verdad. Tu larga y serpenteada cabellera se confunde con la inmensidad de la noche. Tus ojos chinitos y juguetones relampaguean como estrellas del firmamento y tu sonrisa es la más bonita del mundo, de aquellas que te hacen olvidar todas las penas y amarguras.

- ¿Otra vez me estás mirando abuela? ¡Ya te dije que no tienes que estar vigilándome todo el tiempo! ¡Ya tengo catorce años! ¡Puedo cuidarme sola! – Me regañas cada vez que te espío por la ventana o cuando en pijama y pantuflas sigilosamente recorres la casa buscando algo en el desordenado universo de tu adolescencia.

De veritas no quiero incomodarte; pero tu mamacita bastante me ha encomendado que te cuide. – “Ahí te la encargo, viejita” - me dice todos los días antes de partir al trabajo.

Ha de ser horrible pasar la cuarentena con una vieja regañona que no sabe nada, que no entiende tus tareas, que cocina lo que no te gusta, que le aturde tu música. De sobra sé que extrañas salir con tus amiguitas, ir a tu escuela, asistir a tu taller de arte por las tardes. Pero aquí estamos. Tú y yo solas. Encerradas por culpa de ese virus que ha traído tanto dolor al mundo.

¡Ay mi pobre hija! Mi pobre Hilaria. Solita no más se hizo cargo de ti. Tal vez por eso no pudo corregirte a tiempo. ¡Bien respondona y melindrosa me has salido!

¡Ah, pero cada vez que sonríes por las burradas que hago o digo, toditita la tristeza de mi corazón desaparece! No más quiero estar haciendo burrada y burrada para que el canto de tu risa y la magia de tus ojos chinitos iluminen mi corazón.

El otro día te quedaste dormidota con esas cosas que te pones en las orejas y con el cable que está siempre enchufado a tu celular. Me recuerdas a los bueyes de mi chacrita, a quienes tengo que amarrarlos a las estacas para que no se escapen a los alfalfares de los vecinos y hagan daño.

Estabas en clase, Valeka y tú dormidota en la cama y el profesor explique y explique la lección. Clarito escuché cuando te preguntó –Valeria Aguilar, ¿cuál es su comentario? - Pensando que te ganarías un cero te desperté rapidito.

Asustadota abriste tus ojitos chinitos, esos que son tan bonitos e iluminan mi vida; pero esta vez me miraron con enfado y alzando la voz me gritaste –¡Lárgate de mi habitación abuela! ¡No tengo privacidad! ¡Fuera! -

Me salí corriendo para que no me veas llorar. Me enjugué las lágrimas con los bordes de mi pollera. Nadita le dije a tu mamacita cuando llegó por la mañana después de la guardia en el hospital. La pobre trabaja día y noche para que no nos falte nada y encima yo la voy a preocupar con mis quejas. Así que solita me aguanté.

Clarito me acuerdo aquella tarde trágica. Te llevé a la habitación un postrecito para que escucharas tus clases y aprendieras mucho y como siempre me lo recibiste con desgano y te encerraste. Me quedé solita y en silencio queriendo captar hasta el más mínimo de tus movimientos. Recordé con nostalgia mis noches junto al fogón allá en mi pueblo; con mi “Mateo” acurrucado a mis pies, protegiéndose del frío y con sus orejitas bien alertas ante el graznido de los leque leque que anuncian una noche helada o la presencia de zorros cerca de

las crías del ganado.

Segurito debo haberme quedado dormida en el sillón recor dando mis noches andinas; porque de pronto un olor a quemado me despertó abruptamente. Lo primero que hice fue pensar en ti y con los pesos de mis años corrí lo más rápido que pude a tu habitación. Intenté entrar; pero la puerta se encontraba cerrada por dentro. Siempre haces eso para que yo no te vigile. Golpeé con fuerza varias

veces; te llamé a gritos - ¡Valeka!, ¡Valeka! - Nada me respondías. Una humareda densa invadía todo el ambiente.

Corrí a la cocina en busca de algo que me ayudara a forzar la puerta. En el corredor me tropecé con una pieza pequeña de fierro que usamos para evitar que la puerta se cierre. Empecé a golpear, cada vez con más fuerza, hasta que mis manos, casi inertes, empezaron a sangrar. Entonces, la puerta cedió. Tal vez por la acción del fuego, o por los porrazos desesperados que le había dado.

¡Ahí estabas mi Valekita! Como muerta en tu camita y las lenguas de fuego a punto de alcanzarte. Las cortinas habían sido devoradas por las llamas y del televisor, solo quedaba una masa negra y humeante. Todavía podía escuchar la voz de tu maestro en la laptop que se encontraba al otro extremo del dormitorio.

Luchando contra el fuego, te arrastré con todas mis fuerzas y te puse a salvo en el corredor. A lo lejos escuché la sirena de los bomberos, las voces de los vecinos pidiendo ayuda, el ladrido de los perros... Ya no recuerdo más, Valeka.

¡Estás viva; no has muerto! Doy gracias a Dios porque mis ojos pueden contemplarte sanita y completita. No importa que yo esté tan adolorida y cubierta de vendas como una momia. Tú estás a mi lado Valeka, junto a esta vieja torpe que no supo cuidarte.

La Hilaria, tu madre, me cuenta toditito lo sucedido, mientras tú me miras con tus ojitos chinitos llenos de lágrimas intentando esconder tu carita bonita en su hombro.

Aquella tarde aciaga habías dejado tu celular cargando; mientras intentabas seguir las clases de tu maestro en la laptop que, con tanto sacrificio, te compró tu mamacita. Pero esa costumbre tuya de encender la televisión cuando estás en clases y encima recostada en tu cama; hizo que te durmieras rapidito y no te percataras del peligro al que te exponías. Los bomberos dijeron que el cargador de tu celular se recalentó y provocó el incendio. Que el humo provocó que te desmayaras y casi te asfixiaras. Rápidamente el fuego se extendió por toda tu habitación y ya estaba cerquita a tu camita cuando yo ingresé.

Mi pobre Hilaria no deja de llorar y tú, abrazadita a ella, me miras con profunda tristeza y arrepentimiento. Le han dicho los doctores que mis quemaduras tardarán en sanar; que las de mi rostro sanarán más pronto puesto que son de segundo grado; sin embargo, las de mis manos son de cuidado. ¡No recuerdo cómo el fuego alcanzó mi cara y mis manos! Por más que intento, no vienen los recuerdos a mi mente.

Siento un nudo inmenso en la garganta y lloro. Lloro Valeka, porque no supe cuidarte. No debí quedarme dormidota. Debí vigilarte aún más.

- ¡Abuelita perdóname! - Me dices, mientras las lágrimas se desbordan de tus ojitos chinitos. - Si no hubiera sido por tu valentía y el gran amor que me tienes, pude estar muerta en estos momentos. Has expuesto tu vida y tu salud por mí y no lo merezco. ¡Yo te he tratado siempre tan mal! –Levantas tus manitos al cielo como implorando el perdón de nuestro Dios.

-He sido irresponsable abuelita, siempre me dijeron que no debía de tener todos los aparatos encendidos al mismo tiempo, que la energía hay que usarla responsablemente; que no debo de sobrecargar los interruptores. Abuelita Candelaria, prometo que te obedeceré en todo. Abuelita linda, yo te quiero mucho. Estaré a tu lado cuidándote hasta que te recuperes. ¡Ahora sé cuánto

me amas! Casi pierdes tu vida por la mía. Te quiero abuelita Candelaria y nunca me cansaré de pedirte perdón y darte gracias -. Me dices mientras besas las vendas de mis manos y lloras desconsoladamente.

No puedo responderte, Valeka. Tengo un dolor inmenso en mi corazón que me lo impide. Nada tengo que perdonarte guagüita. Tú eres la alegría de mi corazón, y si tuviera que arriesgar otra vez mi vida por ti, lo haría. No hay nada que me haga más feliz que ver a mi Hilaria y a ti, que eres mi Hilaria chiquita, juntitas y sanitas.

- ¡Valekita! -con mucho esfuerzo y con un mar de lágrimas en los ojos, casi susurrándote alcanzo a decirte- Yo solo necesito la luz de tus ojos para ser feliz.



EL PLÚMON Y LA MOTA

(Cuento presentado al I Concurso dde Cuentos, Poesías y Ensayos pedagógico organizado por e Coegio fde Profesores del Perú 2022)

Jessenia Isabel Luque Poma

Gregorio Albarracin- Tacna


Este más que un cuento es un relato de la vida de una maestra en sus inicios como docente. Una joven llena de alegría y carisma con grandes deseos de comerse al mundo y con una gran habilidad para llegar a las personas, si ella es Isabel una docente que recién salía de la universidad Jorge Basadre Grohmann, Una inocente joven que le dijeron que enseñar era muy fácil y sencillo, pero que gran mentira, al momento de salir de la universidad e ir en búsqueda de un trabajo se encontró con un mundo muy diferente al que ella creía.

Nuestro mundo estaba lleno de desafíos y grandes competencias hablo de grandes competencias porque no era solo yo, éramos miles como yo buscando lo mismo, pero que gran oportunidad tuve aquella tarde que mandé mis documentos a un colegio donde horas más tarde me llamaron para presentarme al día siguiente, estaba tan contenta de ser la elegida. El detalle

era que el colegio estaba lejos de donde vivía, porque estaba a dos horas de viaje, pero para mí no era dificultad porque estaba llena de energía y eso me motivaba mucho, era mi primer día de trabajo me levanté muy temprano, eran las 4:00am tenía todo listo, mi plumón y la mota que siempre me acompañaban en mi cartera y unos cuantos juegos en inglés que eran mis grandes aliados.

Cuando iba rumbo al trabajo me perdí muchas veces y la hora pasaba, estaba muy asustada por no tratar de llegar a tiempo y ansiosa por ir a ver esos ojitos brillantes de conocer a su nueva maestra en el colegio.

Pero lamentablemente había un tráfico de los que nunca faltaban en la gran Lima miraba por la ventana del taxi a la gente con una expresión molesta en su rostro, miraban de un lado a otro por no llegar a su destino en fin cada uno estaba en su mundo y yo preocupadísima por la hora. Decidí bajarme del taxi e ir caminando en fin eran unas cuantas cuadras y así poder llegar a tiempo.

Falso porque caminé muchas cuadras y lo peor que estaba en tacones y con el traje bien planchado pero llena de polvo a la vez porque habían estado reparando las benditas pistas y el polvo estaba por todos lados pero detrás de ese inmenso polvo vi a lo lejos un colegio muy colorido, con grandes dibujos de niños sonrientes en la pared y también venían a lo lejos unos niños corriendo súper apurados por no llegar tarde y una profesora de una mirada tan tierna y

cálida que les daba la bienvenida en la puerta con una gran sonrisa me dijo:

buenos días profesora, usted ha de ser la nueva profesora de inglés, yo tímidamente y con una gran sonrisa le dije: sí, por supuesto soy la teacher de inglés, ingresé y me encontré con pequeños tan amigables y cariñosos que aun sin conocerme se me acercaban para saludarme y escuchaba pequeños susurros diciendo “ella es la nueva teacher de inglés”, “oh que jovencita es”… me sentía tan contenta que por lo menos lo tomaran bien.. Y de repente escuché un llamado: Isabel a lo lejos, era mi directora, me acerqué para conversar con ella donde me dio las pautas de toda docente al inicio dando las recomendaciones y advertencias. Con una cálida sonrisa me dijo bienvenida Isabel eres parte de nuestra familia.

Yo aún más contenta me dirigí a mi salón y dije que fácil se está poniendo todo esto, doy mi clase y listo pero que equivocada estaba. Cuando de repente ya me encontraba en la puerta del salón, tomé un respiro e ingresé había niños de diferentes edades, con habilidades diferentes. Al saludar Good morning.., ellos respondían: ¿Que está diciendo?, ¿entienden?, ¿Qué curso es?, me llene de miedo al pensar que ya me estaban odiando por tan solo hablarles en inglés, se me cayó lo que había pensado que enseñar era fácil y sencillo, no sabía si seguir o salir del salón corriendo a tomar un respiro. Pero recordé el consejo de una colega mía, cuando sientas miedo solo respira y repite tu eres la docente la dueña de tu aula la que hace y deshace todo. Y con una gran sonrisa los mire y les dije chicos buenos días es Good morning… saque mi gran aliado mi plumón que lo hice sonar en la pizarra para que me prestaran atención todos y escribí mi nombre y el curso que enseñaría, ahí me observaron y se quedaron completamente callados e iba preguntando el nombre de cada uno para conocerlos un poquito más. Ya que el primer día

siempre es la presentación y las reglas del curso. Había un niño al que escuche que le decían Javicho has lo tuyo, era el más travieso del aula según me comentaron al que hacia lio a todas las docentes nuevas y se iban por las travesuras de Javicho. Pues me dije que en mi primer día haría cambios y lo primero que hice fue cambiarlo de lugar, los separe de su grupito a los que se sentaban atrás y los que murmuraban mucho, sentía que me odiaban por haberlos separado, pero ya llamaba más la atención de todos porque jamás nadie se había atrevido a cambiarlos y empecé a dictar y copiar en la pizarra con mi plumón las reglas de la clase. Escuchaba murmuraciones que no iban a copiar porque no les daba la gana, en ese momento se me ocurrió una idea, les dije terminamos de copiar e iremos al patio a jugar, ellos emocionados porque jamás habían salido a jugar con una docente, me decían que nadie los trataba con cariño y tanta atención porque eran traviesos, esa etiqueta de docentes anteriores, que les habían colocado, pero detrás de esa rebeldía y travesuras de los niños había un gran corazón esperando que les den amor y atención, en ese momento me sentí elegida por ser aquella docente que cambiaría esa etiqueta sobre ellos. Muy contentos ellos al finalizar de copiar nos dirigimos al patio a jugar scramble words en español letras revueltas, justo había llevado mis cartillas de letras para formar palabras, les gusto tanto que se aprendieron muchas palabras en inglés y sobretodo que fue jugando, a lo lejos escuchaba que gran idea tuviste, me sentía más motivada con este grupo me había encariñado rápido. Paso tan rápido la hora que justo toco la campana de cambio de hora, y pues me tocaba ir a 5to de secundaria me dirigí al salón que estaba al final del pasillo donde estaba la puerta cerrada, pensé que no había nadie, pero empuje la puerta suavemente y vi unas caritas cansadas, aburridos, sin ganas a las justas me saludaron, súper sorprendida les dije: chicos “Good morning”, ellos respondieron: buenos días profesora… sin ánimos, se les iba la voz al tan solo saludarme y a lo lejos vi un bostezo, y yo me dije que jamás en mi clase habrá un bostezo porque eso es sinónimo de aburrimiento. Así que les dije nos ponemos de pie y vamos a decir: “good morning” y palabras positivas como, por ejemplo: Good morning, bien y así continuamos con todos, pero tienen que memorizarse la palabra que ha dicho su compañero y así ver quien está más atento, el que pierde por supuesto que tendrá su castigo y será cantar en inglés, aunque eso no era un castigo era un premio.

Y así despertaron todos, ganando su atención se sentían motivados hasta ahora se me hacía fácil todo esto, y así fue pasando la hora de mi primer día de clases al finalizar me di cuenta lo grato y honroso que es ser docente ya que esto conlleva mucha responsabilidad porque somos el motor de la enseñanza de nuestros pequeños mundos les digo mundos porque en cada uno hay miles de maneras y formas de pensar, tienen tantas ganas de expresarlo pero a veces los limitamos porque nos dedicamos a solo enseñar pero no vemos lo que hay dentro de estos pequeños mundos, me sentía tan satisfecha en mi primer día de clases, no hice mucho pero si rompí ese hielo y ese temor que tenían ellos espero seguir así en mis días siguientes y ser la mejor maestra que ellos esperan, me esforzaré por ellos y si seré esa maestra juguetona y alegre que no quiere estar detrás de un plumón y mota sino de una sonrisa en un rostro agradecido por ser su maestra. Y dejar mis enseñanzas, mi conocimiento y todo lo que puedo dar en ellos. Sé el cambio de cada pequeño mundo y sé la sonrisa en su rostro con tu plumón y mota.


H I S T O R I A

TACNA: 50 AÑOS DE CAUTIVERIO

Después de la batalla del Alto de la Alianza (1880), durante la Guerra del Pacífico, la provincia de Tacna, de Tarata y de Arica fue administrada por Chile. De acuerdo al tratado de Ancón (1883), se debía realizar un plebiscito dentro de diez años, pero no se efectuó debido a numerosos problemas. Tacna permaneció en esas condiciones durante casi 50 años hasta el 28 de agosto de 1929, fecha en la cual gran parte del departamento de Tacna fue reincorporada a Perú. La provincia de Tarata ya había sido devuelta por Chile el 1 de septiembre de 1925. Sin embargo parte de la zona altiplánica del departamento de Tacna quedó definitivamente bajo soberanía chilena, junto al departamento de Arica y la provincia de Tarapacá, esta última fue entregada a perpetuidad en 1883.

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